Reseña: Thorgal Saga – Adiós, Aaricia (Robin Recht)
Si algo tienen las grandes sagas del cómic es que nunca mueren. Todas esas historias y personajes siguen presentes en nuestros corazones y en nuestra memoria, donde de vez en cuando regresamos para revivir aquellas aventuras que un día nos hicieron vibrar de emoción.
Eso… y también algo mucho más prosaico como es la maquinaria de la industria editorial. ¿Qué sentido tiene finalizar series con millones de lectores ávidos por seguir recibiendo historias de sus personajes favoritos? Nada ha impedido que series como Astérix el Galo continuasen tras el fallecimiento de Goscinny y Uderzo, o Corto Maltés tras la muerte de Hugo Pratt, por no hablar de las eternas colecciones de superhéroes. Mientras haya público dispuesto a seguir comprando estas obras, siempre va a haber un incentivo para que se sigan produciendo.
Esto nos lleva hasta Thorgal, una de mis sagas preferidas dentro del maravilloso mundo del cómic francobelga que ya se ha pasado por esta web en múltiples ocasiones aprovechando la excelente edición que Norma Editorial nos ha traído durante los últimos años en formato integral. Sin embargo, el último número recogido en el integral, aunque marcó la despedida de sus autores originales (concretamente del dibujante Grzegorz Rosiński, el guionista Jean Van Hamme había abandonado la serie varios años antes), no supuso ni mucho menos el final de la franquicia.
Lo cierto es que la serie principal nunca ha dejado de publicar nuevos títulos con un nuevo equipo creativo estable (Yann y Fred Vignaux), y en paralelo han ido surgiendo otras series paralelas englobadas en lo que se ha llamado Los mundos de Thorgal, con un buen puñado de tomos publicados en torno a la siempre interesante Kriss de Valnor, su hija Loba o sus propias aventuras de juventud en La juventud de Thorgal. Sin embargo, la más reciente y al mismo tiempo la más arriesgada y ambiciosa adición a la familia literaria ha sido, sin duda, Thorgal Saga.
Thorgal Saga nace con la vocación de recoger la tradición de los antiguos escaldos, que recorrían Escandinavia cantando, cada cual a su propia manera, la leyenda de los grandes héroes. Thorgal Saga quiere olvidarse de la continuidad de las distintas series y para ello propone a distintos autores consagrados que cuenten sus propias historias para enriquecer todavía más la leyenda del personaje, con un formato más extenso (120 páginas frente a las 48 habituales) para poder desarrollar la narración sin las restricciones del álbum estándar.
El autor elegido para inaugurar esta nueva colección ha sido Robin Recht (Elric, Conan el Cimmerio…), que asume los roles de guionista y dibujante dejando el color en las más que capaces manos de Gaétan Georges. Recht tenía la difícil papeleta de estar a la altura ante una apuesta editorial tan importante y ante el implacable juicio de la comunidad… y debo decir que ha superado el reto con creces. Ya podemos dejar de aguantar la respiración 🙂
Adiós, Aaricia nos presenta a un Thorgal que todavía no conocíamos. Un Thorgal anciano, más débil y cansado, que debe enfrentarse al golpe más duro que le ha dado la vida: la muerte natural de Aaricia, su mujer. Tendrá que lidiar con la soledad y la frustración que tal situación le genera, precisamente él, que ha salvado a todo el que lo ha necesitado y ha llegado a derrotar a los mismísimos dioses, pero ahora se encuentra completamente impotente y perdido. Para aprovechar la situación, la pérfida serpiente Nidhogg se presentará con un regalo envenenado: viajar a la época en la que él apenas era un muchacho y Aaricia todavía estaba viva. ¿Qué podría salir mal cuándo su mera presencia altera toda la historia del propio personaje tal y como la conocíamos?
Recht nos entrega una historia original, que se aleja del canon de la franquicia construyendo una identidad propia, pero lo hace siempre desde el respeto al universo original creado por Van Hamme y Rosiński, tanto en lo narrativo como sobre todo en lo artístico, con un virtuoso dibujo que nos recuerda poderosamente al del dibujante polaco, sobre todo en su última etapa a cargo de la serie.
Adiós, Aaricia nos llega de la mano de Norma Editorial en una lujosa edición en tapa dura en la que luce una de las portadas más bellas y sobrecogedoras (si no la más) de la larga historia del personaje, en un tono azul frío, oscuro y lúgubre pero marcando el contraste con los caracteres dorados del título. A modo de extras tenemos una pequeña nota del autor, que rezuma amor y respeto por la obra original, así como un cómo se hizo que recoge el proceso creativo de Recht desde el boceto de personajes hasta la elaboración de los storyboards.
Reconoceré que cuando comencé a leer Adiós, Aaricia, lo hice con el miedo de encontrarme una exploitation de dudosa calidad creada con el único fin de seguir ordeñando a los seguidores de la franquicia. No podéis imaginar lo contento que estoy de haberme equivocado y haber encontrado una obra artísticamente deslumbrante y capaz de contar algo nuevo y relevante desde el cariño y el respeto al corpus original.
Miembro de Reserva de Maná y director de Low Poly. Lector de cómics, cinéfilo, y curioso de la tecnología. Part-time dreamer.