Reseña: El Batman que ríe: Metal ( Snyder / Jock)

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“Estás a un mal día de ser como yo”

Esta frase se la dijo cierto personaje de la casa de las ideas, con una calavera en el pecho, a un maltrecho héroe ciego en la segunda temporada de su adaptación en acción real de un famoso canal de streaming. Y es que la idea de que todos podemos realizar actos bastantes censurables dependiendo de la presión a la que estemos sometidos resulta muy interesante y cautivadora. Y no es algo que lo diga yo, que de todo esto sé bastante poco, si no que ha sido un concepto del que se ha tirado en no pocas ocasiones. A todos nos gusta ver a un superhéroe que, con razón o sin ella, se le va la mano usando sus poderes o que piensa que la mejor democracia es una Super-Dictadura. La más famosa de todas ellas, y a mi juicio la más interesante, tenemos a la saga Injustice (Tom Taylor) y cuyo aroma pudimos percibir por unos minutos en la postcréditos de La Liga de la Justicia y que se perdió junto con lo que él Snyder-verso pudo haber ofrecido. Pretéritos perfectos aparte, también tenemos otros autores que si bien no siguen esa idea a pies juntillas, si es cierto que la acarician de forma cariñosa como es el caso hoy.

Como digo el señor Snyder, Scott no confundir con Zack, nos presenta un héroe, Batman en esta ocasión, que se ve obligado a convertirse en lo que más odia para poder hacer frente a una amenaza que supera a todas las que se ha enfrentado. Gotham es el objetivo de la versión más oscura de Batman que el multiverso DC ha creado, un Bruce Wayne contaminado con la toxina del Joker y que como él da rienda suelta a toda su maldad, brutalidad e ironía para llevar a cabo el final de esta Gotham y de todas las Ghotam del multiverso. Y este “Batman que ríe” no viene solo. Para hacer frente a la versión del murciélago de Tierra 0 se ha traído a otra versión no menos peligrosa que él: “el caballero sombrío”. Un batman que en lugar de llorar la muerte de sus padres se enfrentó a su asesino y le dio muerte siendo un niño. Un Batpunisher, ahora la frase del principio ya tiene sentido (guiño, guiño), que termina siendo el personaje más interesante, de largo, de toda esta miniserie y a la que se le dedica una grapa entera a contar la historia de este personaje.

Pero este tomo no solo trae esta serie sino que se complementa con dos miniseries más. Por un lado tenemos “Los infectados” que es la continuación directa a “El Batman que ríe” y que aprovecha los cabos sueltos que deja el primer arco argumental para que un team up formado por Batman y Superman se las tengan que ver con un nuevo plan de este perverso villano en donde contará con la ayuda de lo que él ha llamado “Los seis secretos”, 6 supers infectados con la toxina del Joker. Por otro lado el tomo cierra con “El infierno se alza”. Una mini serie donde vemos el enfrentamiento entre Lex Luthor y “El Batman que ríe” en una lucha que medirá la maldad, y los egos, de ambos villanos. Lamento decir que para mí es la más floja de las tres historias.

A nivel visual sería justo que dividieramos el trabajo artístico en tres partes, una por miniserie, ya que el trabajo de cada dibujante es bastante distinto. Por un lado tenemos a Jock en la primera de todas las historias que encontramos en el tomo, “El Batman que ríe”. Su estilo sucio va muy bien con la historia que quiere contarnos Snyder. Dibujos dinámicos, planos impactantes y composiciones narrativamente muy poderosas hacen que el trabajo de Jock sea el más atrayente de todo el tomo. Para “Los Infectados” se cuenta con el trabajo de David Marquez que intenta respetar el espíritu de la serie pero sencillamente no le sale. Su trazo es más limpio y elegante que el de Jock y aunque intenta, como digo, mantener el tono oscuro de la premisa argumental el resultado del dibujo, y el uso del color, hacen que todo resulte más luminoso y brillante…al final contar con un personaje tan blanco como Superman hace imposible que el tono del cómic no resulte más luminoso. Para terminar tenemos a la dupla de Epting y Javier Fernandez para la serie de “El infierno se alza”. Puedo entender porque el trabajo de Epting guste tanto. Grandes viñetas, composiciones de páginas muy dinámicas y muy colorido hacen que esta serie luzca muy bien pero, al igual que pasa con el argumento, me parece el apartado artístico más flojo de los tres llegando al punto de resultar bastante anodino. Javier se intercambia con Epting en varios números y hay que decir que le mantiene muy bien el ritmo, tan bien que ahora mismo no sabría decirte, sin mirar, quien ha dibujado cada número.

El Batman que Ríe: Metal es, por méritos propios, un cómic que no debe de faltar en tu colección. Una historia atrayente, un villano incomparable y un trabajo artístico más que sobresaliente convierte este gran tomo en un auténtico must have que debe tener un sitio de honor en vuestra estantería y ECC lo edita como se merece: tapa dura, papel satinado y portadas alternativas…mucho material por los 52 eurazos que vale.

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