De la misma forma que sucede con los superhéroes, los artistas también tienen un origen. Y es que, aunque a veces nos cueste creerlo, los autores consagrados y con varios premios a sus espaldas también fueron una vez jóvenes desbordados de ilusión tratando de hacerse un hueco en la muy competida industria del cómic.

Si pensamos en los autores totales, que se encargan tanto del guión como del dibujo, más en forma actualmente en el panorama internacional, posiblemente los nombres que primero nos vengan a la cabeza sean los de Jeff Lemire, Daniel Warren Johnson o, el que nos ocupa en esta ocasión, el creador del Murphyverso (Batman: Caballero Blanco y Batman: La maldición del Caballero Blanco) Sean Murphy. ¿Cuáles fueron sus orígenes? ¿Cuál fue la obra con la que captó la atención del público, la crítica y las grandes editoriales?

Tenemos que remontarnos a finales de 2005 cuando un jovencísimo y casi desconocido Sean Murphy, con apenas 25 años, publicaba su primera obra independiente, Off Road, que le hizo merecedor del premio al mejor libro para jóvenes adultos por parte de la Asociación de Bibliotecas Americanas y ayudó a situarle en el mapa. Desgraciadamente, esta obra nunca llegó a publicarse en nuestro país. Hasta ahora, que lo hace con una estupenda edición de la mano de ECC Ediciones y Spaceman Project.

Para aquellos que no la conozcan, simplificando podríamos decir que Spaceman Project es una plataforma española de crowdfunding especializada en el mundo del cómic. Pero realmente es mucho más que eso, y a diferencia de otras, también se encarga de la gestión de la campaña de financiación, diseño gráfico, maquetación, impresión y distribución, de manera que los autores solo tengan que preocuparse de su labor creativa. Por otro lado, y aquí es donde encajaría Off Road, también lanza proyectos de financiación para que obras ya editadas en otros mercados (en ocasiones incluso clásicos, como Kamandi de Jack Kirby o Question de Dennis O’Neil) finalmente puedan traducirse y publicarse en España. 

¿De qué va Off Road? Realmente no puede partir de un punto de partida más sencillo: para estrenar el flamante nuevo todoterreno de uno de ellos y vivir una pequeña aventura mientras hacen tiempo hasta que llegue la hora de ir a una fiesta, tres amigos que no están pasando por su mejor momento deciden apartarse del camino marcado, salirse de la carretera y conducir por el campo abierto cruzando valles, ríos e incluso un pantano… ¿qué podría salir mal?

A partir de estos sencillos mimbres, Murphy plantea una pequeña escapada en la que el trío protagonista tendrá que enfrentarse a sus propias inseguridades y otros demonios personales mientras la Madre Naturaleza pone a prueba su paciencia y la fuerza de su amistad. Un viaje acelerado hacia la madurez en un envoltorio de aventura ligera, chascarrillos y buen humor con el que conectaremos ya desde las primeras páginas.

Definiendo ya lo que posteriormente se convertiría en una seña de identidad de Murphy, todo el buen hacer el guión se ve amplificado por un dibujo en blanco y negro que roza la excelencia. Resulta fascinante ver cómo el arte bascula entre lo realista y lo caricaturesco sin parecer forzado o antinatural, con un estilo que podría recordar al de Calvin & Hobbes de Bill Watterson si este tuviese un trasfondo más adulto. Destaca también el trazo de todos los personajes, en especial de los principales, y sobre todo, su gran expresividad tanto corporal como facial. Me llama especialmente la atención que sea capaz de conseguir esta expresividad no sólo a través de detallados primeros planos de los que hace gala en muchas ocasiones, sino también cuando pivota a un estilo más desdibujado, gamberro y caricaturesco, donde consigue pequeños milagros con apenas cuatro trazos.

La excelente edición de ECC Ediciones y, como ya hemos comentado previamente, de Spaceman Project, se presenta en un tomo en cartoné con cubiertas extendidas que al unirlas completan una nueva ilustración, con 128 páginas de muy alto grosor (casi cartulina) y un precio realmente ajustado, cuyo principal problema es la carencia de contenido extra más allá de la breve sinopsis de la contraportada. Un libro que ya en 2005 dejaba ver todo el potencial que Sean Murphy tenía dentro y que debería ser una lectura obligatoria tanto para los fans del artista norteamericano como para todos aquellos que quieran disfrutar de una aventura con aires cercanos sobre la amistad, la aventura y el tránsito a la madurez.

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