Reseña: Lobo. Retrato de un bastardo (Simon Bisley y otros artistas)

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Hace menos de un mes nos dejaba Keith Giffen, nombre que estará eternamente unido al personaje de Lobo. No sólo por ser uno de los principales creadores del personaje de DC, si no porque siguió vinculado durante más tiempo, en su propia colección y en otras. Por esto, de algún modo esta reseña va por él.

Para mí hablar de Lobo es hablar de los años 90, pese a que el nacimiento del personaje coincide con el mío, 1983. Por aquél entonces, Keith Giffen y Roger Slifer crearon a Lobo para la serie de los Omega Men, pero como digo, el hombre no llegaría a mis manos hasta primeros de los noventa. Una época de cambio y de descubrimiento, de ir dejando Marvel a favor de Image Comics. La era de la violencia más explícita, los músculos, las hombreras, las armas con varios cañones, los dientes apretados, y en definitiva, del macarrismo. Y todo eso y mucho más, además de manera exacerbada, es lo que era (y es) Lobo. Un personaje súper carismático, con unos poderes increíbles que lo hacen prácticamente invencible, y con un diseño espectacular que ha sobrevivido al paso de los años sin apenas cambios, que nunca ha necesitado. Esa especie de Lobezno espacial mezclado con el Comediante, y con un toque (o varios), de Lemmy. Y es que Lobo es a los cómics lo que Motörhead al Rock.

Este pedazo de tomo que nos llega de la mano de ECC contiene algunas de las mejores historias del bastardo. Para arrancar tenemos El último czarniano, donde nuestro prota recibe un encargo de lo más peculiar. En este caso no se trata de matar a nadie, si no de todo lo contrario, escoltar al objetivo para que llegue con vida hasta su destino. Una historia interesante con personajes excelentes, y como no podía ser de otro modo, violencia gratuita y muchos tacos. Seguimos con El regreso, donde la violencia se dispara (nunca mejor dicho), y también tenemos al perrete de Lobo echando una pata y dándole un toque (más) de humor. Aquí veremos al czarniano absolutamente desatado destripando enemigos, arrancando caras, miembros, y matando hasta a ángeles, clero y dioses mientras se reencarna en diferentes seres, como una mujer o una ardilla. En La sanción navideña de Lobo encontramos una mini historia donde el amor en forma de masacre llega a casa de Papá Noe y sus duendes, armados hasta los dientes. El final NO te sorprenderá. Y en el tramo final de tomo podemos disfrutar de varias historias ambientadas en el Universo Batman, como es el caso de Batman / Lobo, Beligerante y con el culo al aire, con Harley Quinn como coprotagonista, y Un mundo en blanco y negro.

El elemento en común del tomo son los inolvidables lápices de Simon Bisley, que es el hilo conductor por el que pasan guionistas del calibre de Keith Giffen, Alan Grant, Amanda Conner, Jimmy Palmiotti y Neil Gaiman, nada menos. Pero pese a este auténtico dream team de escritores, nos tenemos que quedar con el brutal dibujo de Bisley. Sucio, crudo, bestial, y lo más importante, atemporal.

Sin lugar a dudas ECC se ha currado un gran recopilatorio de historias de Lobo, al que debéis acercaros tanto si sois fans del personaje, como si sentís curiosidad por conocer a uno de los ¿antihéroes? más carismáticos de todos los tiempos.

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