Bueno, bueno, bueno. Si el número anterior de Mashle se había encargado de dejarnos las expectativas por todo lo alto, aquí las vamos a ver cumplidas. ¡Y de qué manera! Al fin vamos a ver en acción a Mash Burnedead contra Abel, pero antes vamos a ver cómo finaliza el combate contra la hechicera aceleradora, Abyss Razor, quien, además, tiene la extraña particularidad de anular la magia de aquellos que la rodean. Una maldición que, como os podéis imaginar, le ha granjeado pocas amistades y muchos odios en su camino.

El desenlace del conflicto entre las residencias Adler y Lang nos va a permitir ver, también, en acción a la hechicera de los tornados y a un mago especializado en hechizos de petrificación. La primera de ellas, va a poner en serios aprietos a Dot, el eterno enamoradizo: no sólo por ser muy «mona», sino por tener un nivel de magia elevadísimo que hará sudar de lo lindo al compañero de Mash. Pero, gracias a ella y a ponerle contra las cuerdas, sabremos el origen de Dot y a qué poderoso y temido clan pertenece. Una revelación que, por supuesto, nos va a dejar boquiabiertos. Por otro lado, el mago de piedra hará que intervenga un nuevo personaje poderosísimo: el Visionario Divino, Rayne Ames. Los más avispados van a saber muy pronto de quién es hermano.

Por supuesto, la guinda del pastel será el esperado enfrentamiento entre Mash y Abel: la magia de este es capaz de convertir a cualquier en un títere que se moverá y actuará según sus deseos. Este terrorífico poder pondrá contra las cuerdas (nunca mejor dicho) a nuestros protagonista y podremos ser testigos de la que es, hasta la fecha, la batalla más espectacular y mejor dibujada. Una auténtica delicia que se ha hecho esperar pero ha sabido colmar las expectativas que había generado.

Pero no os penséis que tras finalizar la batalla vamos a poder descansar tranquilamente porque un nuevo arco se abre camino: ¿recordáis a los presos fugados de la Prisión de Hecatrice? Pues bien, Rayne Ames se topará con dos de ellos en las instalaciones de las Escuela y parecen estar buscando algo que se encuentra allí… y con cara de pocos amigos.

Este número parece cerrar, al fin, el pequeño arco de enfrentamiento entre las residencia y confirma que la trama parece abrirse a temas un tanto más complejos y que permiten dibujar un escenario más profundo e interesante. Hajime Komoto está encontrando el pulso justo y su propio estilo y esto sólo pueden ser buenas noticias para los lectores que ya estaban encandilados con la saga, como servidor.

Un dibujo excelente y unos extras que siguen la estela de los anteriores volúmenes dan el punto y final de un tomo que da justo lo que prometía… y abre nuevas incógnitas a los lectores. Sólo rezo para que llegue cuanto antes el quinto tomo y poder seguir las aventuras de mi (anti)héroe favorito, Mash Burnedead.

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