Reseña: Navigator (John Bruno y VVAA)

Cuando llegó a mis manos este cómic de Norma Editorial, lo primero que hice fue buscar información sobre los artistas, que será sincero, no me sonaban de nada… Y resulta que el bueno de John Bruno, guionista y creador de Navigator, es además un experimentado artista de storyboards y efectos especiales para películas del calibre de Abyss, Mentiras Arriesgadas, Titanic, Terminator 2 y Avatar. Y resulta que de algunas de estas obras, tiene mucho la que nos atañe, Navigator.

Viajamos hasta Europa, el satélite de Júpiter, donde un grupo de humanos tratan de encontrar vida en las profundidades acuáticas. Allí, encontrarán los restos de algo que les sorprenderá. Mientras tanto, en la superficie del planeta, el resto de la expedición, concretamente la sección armada, serán atacados por una extraña nave alienígena con no muy buenas intenciones. Tras derribarla, los humanos conocerán a uno de los tripulantes de esta nave, que había sido parasitado y controlado por otra especie, la cual esclavizó a toda su civilización. Este ser entregará a los humanos la tecnología alienígena necesaria para hacer frente a esta nueva amenaza, y para tratar de que nuestros héroes triunfen donde los extraterrestres fracasaron. Por supuesto, en el cómic también hay cabida para historias humanas, y tendremos retazos de amor y amistad, inherentes al ser humano.

Hemos hablado de John Bruno, pero obviamente no está solo aquí. El guión lo firma también William Wisher. Y del apartado artístico completo se encarga nuestro compatriota Jordi Armengol, que hace un trabajo increíble tanto con los lápices, como con el color. El catalán, además de colaborar con Norma Editorial en diferentes portadas y guiones, también ha trabajado en el mercado de los cómics americanos con Rogues! y Offworlder. Aunque tenemos que destacar Cloaked, su primer proyecto para Dark Horse.

En definitiva, Navigator es un excelente cómic de ciencia ficción, de esa que rezuma cine hollywoodiense por los cuatro costados, dado el currículum de uno de sus principales responsables. El apartado artístico es maravilloso, y la historia sin inventar la rueda os gustará, además de ser cerrada, que es algo que de vez en cuando agradecemos entre tanta colección interminable y tomos que no podemos levantar a peso.