Reseña: Aldobrando (Gipi, Luigi Critone)

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Hace pocas semanas estrenamos Dados & Moñecos, un nuevo spin-off de Reserva de Maná centrado en otra de nuestras pasiones además de los videojuegos y de los cómics: el mundillo del rol y de los juegos de mesa. Y es que los frikis modernos, no es solo que seamos frikis, sino que además le pegamos a todo mientras la cartera lo permita. Inauguramos el nuevo podcast con una excelente reseña de El tesoro de los dragones de Fizban a cargo de nuestro compañero David Valero y que os recomiendo a todo el mundo, tanto si le interesa el mundo del rol como no.

Vale, sí, la autopromo de Dados & Moñecos está muy bien, pero… ¿qué tiene que ver el nuevo spin-off con Aldobrando, el título que acaba de llegarnos a la reserva? Lo cierto es que lo tiene que ver todo, ya que si no fuese por los juegos de mesa Aldobrando no existiría a día de hoy. Dentro hilo.

Podríamos decir que Gian Alfonso Pacinotti, más conocido como Gipi, es un artista inquieto. Habitual guionista y dibujante de sus propias obras (El local, La tierra de los hijos…), a lo largo de los años ha querido introducirse en otros ámbitos de la creación artística llegando a escribir y dirigir tres largometrajes e incluso, y aquí llega la parte que nos interesa, a diseñar e ilustrar Bruti!, un juego de mesa de cartas que tuvo bastante éxito en Italia y que llegó a traducirse al español con el título de Brutal.

Con los antecedentes de Gipi, no es de extrañar que tarde o temprano nos llegase alguna otra obra ambientada en el mundo del juego de mesa: junto con el juego se lanzó su libro de arte, ilustrado por el propio Gipi, y unos años después por fin llegaría Aldobrando, el cómic basado en el universo de Bruti! que tenemos entre manos, con dibujo de Luigi Critone y color de Francesco Daniele y Claudia Palescandolo.

El mundo de Aldobrando es el mundo de Bruti!, ambientado en una edad media de fantasía a la que le hubiésemos quitado cualquier elemento sobrenatural. En este cómic no hay poderosos hechiceros, ni elfos, enanos, dragones o cualquier otro tipo de criatura habitual en este tipo de historias. Pero sí encontraremos reyes, princesas, plebeyos, soldados, asesinos, mercenarios, sacerdotes, consejeros, torneos, suciedad… y mucha ignorancia. Pero sobre todo, lo que no encontraremos son estereotipos, empezando por el propio Aldobrando, nuestro protagonista.

Y es que Aldobrando no es un personaje al uso. Tímido, sobreprotegido y sin demasiadas luces, cuando tras un accidente su maestro moribundo le manda abandonar la seguridad del hogar para encontrar la hierba del lobo, la única medicina que puede sanarle, nuestro protagonista emprenderá, como tantos otros lo han hecho antes, el camino del héroe. Lo interesante aquí no es el camino (objetivo, obstáculos, éxito y recompensa), sino cómo transcurre este camino. Y es que Aldobrando no es fuerte, ni ágil, no sabe usar un arma ni tiene superpoderes o habilidades que le hagan especial. Ni siquiera es demasiado inteligente, ni sabe nada del mundo, llegando a sustituir valentía por inconsciencia. Su única fortaleza reside en la nobleza de su corazón, más que suficiente para cambiar el mundo.

Aunque lo habitual es que el propio Gipi también se encargue del dibujo en sus propias obras, en esta ocasión ha optado por ceder los lápices a su compatriota Luigi Critone, que se mueve como pez en el agua en su recreación del mundo medieval en el que transcurre la historia. Utilizando una secuencia de viñetas muy clásica y ordenada, de lectura fácil, Critone va adaptando el ritmo de la narración a lo que el guión de Gipi necesita en cada momento.

Posiblemente el punto fuerte del dibujo esté en los personajes y en su expresividad, especialmente en los planos más cercanos. Esto es extremadamente importante en un relato en el que las emociones de los personajes y lo que verbalizan no necesariamente coinciden. Cuando el plano se abre, en cambio, Critone aprovecha para ahondar en las distintas localizaciones en las que se desarrolla la historia y construir un entorno familiar y verosímil.

Aunque todo el equipo creativo sea italiano, Aldobrando fue publicado originalmente en 2020 por Casterman en Francia y acaba de llegar traducido a nuestro país en una lujosa edición de 204 páginas con formato de álbum europeo y tapa dura gracias a Norma Editorial, en esta ocasión sin ningún tipo de extra ni material adicional. Una pequeña, pero más que estimable, vuelta de tuerca a las historias de aventuras medievales y a sus héroes tradicionales en un relato que nos muestra que el coraje, la nobleza, la amistad y el amor permiten superar cualquier obstáculo.

 

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