Reseña: Yawara!, vol. 1 (Naoki Urasawa)
Uf, ¿qué decir de Naoki Urasawa, posiblemente uno de los mejores mangakas de la historia? O al menos, uno de los que más horas de sueño me ha robado con la creación de thrillers tan excepcionales como Monster, 20th Century Boys, Pluto… Recuerdo claramente el verano en el que descubrí las dos primera obras que mencionaba: visité la biblioteca de manera casi diaria para ir sacando los tomos de cinco en cinco para engullirlos acto seguido sin descanso. Creedme cuando os digo que fue uno de esos placeres que la vida me ha regalado y que pagaría por volver a sentir: sus personajes, tramas, ambientaciones, giros de guion, dibujo… Todo encajaba al milímetro. Por eso, cada vez que aparece una nueva obra del maestro, me lanzo a por ella sin pensármelo.
Yawara! es, como podrá ver cualquier que se acerque a sus páginas, un ejercicio más distendido, lejos de la tensión de las obras comentadas, y más cercano al género del spokon y al slice of life. Muchísimo más desenfada y divertida, Yawara! es el retrato de la joven que da título al manga: una chica que ha sido entrenada en el judo desde bien pequeña por su abuelo Jigorô Inokuma, uno de los maestros indiscutibles del judo. Pero sucede que Yawara solo quiere ser una chica normal y corriente, una estudiante que quiere comprarse ropas y enamorarse de un chico joven, guapo e interesante. Pero por más que hace explícito sus deseos, su abuelo pretende convertirla en la campeona mundial de judo.
Para ello, Urasawa no va a escatimar en situaciones rocambolescas y humorísticas (con cierta fijación en la ropa íntima de la protagonistas, no está de más remarcarlo) para ir dibujando el camino que va a llevar a la gloria mundial a su joven protagonista. Lo cierto es que al inicio le pesa un poco este tono tan desenfadado, a medio camino entre el slice of life y el spokon, haciendo que la trama avance lentamente, pero una vez comienza el camino deportivo, propiamente dicho, la trama se agiliza y gana interés. La aparición de personajes secundarios tan interesantes como el periodista que trata de descubrir el nuevo talento de la protagonistas, o la futura contrincante de Yawara hace ganar enteros a la trama y deja el final del volumen en un punto francamente interesante. El dibujo, como es habitual en Urasawa, es excelente y dinámico, algo esencial para el género en el que se enmarca la obra y que alcanza sus momentos cumbres en las batallas de judo que veremos en este primer volumen.
Planeta suma así, junto con Hajime no Ippo, un nuevo spokon a su catálogo y ampliando la obra de Urasawa en nuestro territorio y en su editorial. El autor se muestra aquí mucho más desenfadado que en los thrillers que le dieron a conocer en nuestro mercado para regalarnos un spokon ágil, alegre y con una protagonista que enamorará a sus lectores. Y, por si esto fuera poco, esta edición viene con tres preciosas postales de regalo que va a hacer las delicias de sus lectores, sin ningún tipo de duda. Lo cierto es que tengo ganas de saber cómo seguirá este ascenso hasta la fama y la gloria de Yawara.
Podcaster en Reserva de Maná, apasionado de la literatura, los videojuegos, la cultura japonesa y mi gato Humphrey. El tanque de Molins de Rey.