Reseña: Hinatsugi, el pueblo de las muñecas (Aki Shimizu)

Supongo que quién o quién menos puede sentirse identificado con aquellos que tienen cierta fobia a las muñecas: las de porcelana, los muñecos de los ventrílocuos, las marionetas, algunos peluches… De ello se ha nutrido una ingente cantidad de obras: desde Chucky a Silencio desde el mal, pasando por Annabelle. A ver, vamos a admitirlo, copón, algunos de estos juguetes dan un mal rollo increíble y no me extraña que el género de terror tenga unos cuantos buenos exponentes. Pues bien, por aquí asoma un manga que tiene todos los números para atemorizar a aquellos que padezcan de esta fobia, más conocida en los ambientes clínicos como pediofobia.

Hinatsugi, el pueblo de las muñecas nace de una tradición real en Japón: el hinamatsuri, o Festival de las Muñecas, que se celebra cada 3 de marzo y en el que se exponen una serie de muñecas vestidas con kimonos tradicionales. Muñecas de porcelana… El yuyu aumenta grados. Aki Shimazu, la autora, se encarga, únicamente de añadirle los toques de terror necesario para vestir con sus mejores galas un manga bastante terrorífico y muy bien construido. Para ponernos en antecedentes: cuenta la leyenda en el corazón del monte Hinatsugi existe un pueblo del que nadie puede escapar. Un grupo de excursionistas poco temerosos parten en su búsqueda cuando se pierden durante una terrible tormenta y acaban en las lúgubres habitaciones de una mansión un tanto misteriosa habitada por unos inquilinos aún más oscuros.

El punto de partida no es, desde luego, harto original, pero el manga tiene dos recursos excelentes: por un lado, su estructura. Los primeros capítulos tienen protagonistas diferentes aunque todos acaban siempre en el mismo punto, en el pueblo de Hinatsugi. Pero lo que parece una serie de narraciones independientes, avanzada la historia comienza a converger y a mostrar sus auténticos engranajes con una resolución muy satisfactoria. Por otro lado, el dibujo de Shimazu es muy elegante, aunque no está exento de escenas terroríficas y un tanto gráficas que harán las delicias de los amantes del género.

El manga, que inicio su publicación en 2018 en la revista Nemuki +, ha sido recopilado por ECC y nos permite gozar de una historia ágil, trepidante y muy angustiosa. Una obra breve, de un solo número, que contiene todos los elementos que enamorarán a los amantes del terror oriental: sin los elementos tortuosos de un Junji Ito, Shimizu es capaz de dibujar un retrato del dolor y del descenso a la locura que se mueve como pez en el agua entre pulsiones sensuales y letales. Si este veranos tenéis ganas de pasarlo mal, no dudéis ni un minuto en haceros con él: Hinatsugi, el pueblo de las muñecas es una narración pesadillesca y tenebrosa a la que le sienta como un guante su ambientación rural y sus personajes atormentados.