Reseña: Fairy Tail Integral #33 (Hiro Mashima), de Salvat

Vas al médico y tras ponerte el fonendoscopio helado en la paletilla te pregunta: ¿Cuántos tomo llevamos de Fairy Tail Integral? TREINTA Y TRES. Esos son los tomos que llevamos digeridos hasta la fecha de las aventuras de Natsu y compañía. Ya se ve la última estación, pero aún nos queda la gran traca final.

Peleas, peleas y más peleas es lo que vamos a ver en este trigésimo tercer tomo. Comenzando por una en la que Crujsy y Lily dan todo, con trágico resultado, para acabar con Bradman y su capacidad para controlar la maldición de las nueve puertas del infierno.

Pero sin que nos recuperemos del golpe, el asunto en Magnolia se lía y se relía con el encuentro entre Brandish y August, con un trágico giro que desencadena un crudísimo combate.

Una vez más combates, sacrificios y muchísimos personajes se dan la vez en este tomo que se lee rápido como el viento y que sigue avanzando hacia el inevitable final.

Pese a que el argumento no sea el punto fuerte de este último tramo de la historia, el ritmo con el que se narran los combates sigue haciendo de Fairy Tail una lectura amena que se degusta rápido y que deja buen sabor de boca, gracias sobre todo al dinámico dibujo de Mashima.

Por la parte de los extras, viene este tomo también algo escaso, con una pequeña compilación de láminas a color y luego una sucesión de ilustraciones de Lucy en vestidos y poses sugerentes. El paraíso del fan service, que a mí personalmente me da un poco de grima.

Todo esto como siempre, por 13,95€ en vuestro quiosco de confianza, cortesía de Salvat.