Reseña: Terapia de grupo (Manu Larcenet)
Alguna vez he comentado con mis compañeros de Reserva de Maná o en No es país para frikis lo mucho que me cuesta redactar las reseñas escritas. Y, la verdad, no acabo de entender por qué me sucede: tengo las notas que he ido tomando mientras leía / jugaba, tengo bastante claro qué elementos son los más relevantes sobre los que quiero hablar y no suele costarme mucho bocetar una estructura para la redacción, pero aun así me bloqueo. No sé si es inseguridad, o autoexigencia mal entendida, o miedo a que mis palabras delaten todas mis carencias… o a lo mejor es que simplemente la escritura no es lo mío.
La buena noticia es que realmente yo no me gano la vida con esto y que, más allá de la responsabilidad hacia mis compañeros y las editoriales que nos facilitan el material, para mí hacer una reseña es una manera más de disfrutar y, sobre todo, compartir mis aficiones. Que me cueste más o menos escribirla no deja de ser uno de esos problemas del primer mundo que se desvanecen en cuanto los miras con un poquito de distancia. Pero claro… ¿qué pasaría si yo me ganase la vida escribiendo? ¿Qué pasaría si tuviese que enfrentarme al abismo de la página en blanco sin tener nada que decir?
Esto es precisamente lo que nos propone el artista francés Manu Larcenet en su obra Terapia de grupo. Nos presenta a Jean-Eudes de Cageot Goujon, su propia autocaricatura ficticia que incluso toma el nombre de Manu Larcenet como pseudónimo, un autor de cómic que ha logrado convertirse en uno de los más prestigiosos del mundo alcanzando la cima del reconocimiento universal. Vamos, lo que hubiese podido ser una historia de éxito en toda regla… si no fuera porque el grifo de su imaginación se ha cerrado completamente y es incapaz de volver a tener buenas ideas para nuevas historietas.
El camino escogido por Larcenet para desarrollar esta Terapia de grupo es el de la sátira más ácida y descacharrante. A lo largo de los tres volúmenes recogidos en este tomo integral, asistiremos a la caída del autor en la desesperación y en la autocompasión, a sus múltiples intentos (a cada cual más loco e infructuoso) para conseguir esa idea genial, esa idea del siglo, con la que romper su mala racha y volver a lo más alto del olimpo de los artistas. Una búsqueda que le llevará a enfrentarse con su caos interior, a dejarse llevar por la contemplación o incluso a pasar una larga temporada en un centro psiquiátrico con todo el tiempo (y todas las drogas) del mundo a su alcance.
Lo paradójico – y al mismo tiempo genial – de esta obra es que Larcenet consigue contarnos una historia sobre el bloqueo del artista y su falta de ideas… a través de un tornado creativo y de imaginación desatada. Articulado en forma de sketches cortos con algunas estructuras recurrentes, Terapia de grupo no da tregua al lector a través de una ametralladora de situaciones, microhistorias y titulares periodísticos que se suceden con un ritmo frenético y que, si se consumen de tirón, pueden llegar a atragantarnos. En este sentido, recomendaría disfrutar de esta lectura en pequeñas dosis, como si de una píldora diaria se tratase.
El tono humorístico y satírico se ve reflejado, como no puede ser de otra manera, en el dibujo. Un dibujo con un estilo completamente alejado del realismo de La carretera, mucho más cercano a la caricatura que permite a Larcenet regresar a esos personajes con narices supelativas y enormemente expresivos con los que tan a gusto se encuentra y que tan bien encajan con el tono de esta obra. No obstante, la propia naturaleza de la propuesta narrativa, esa obsesión por encontrar y desarrollar la idea del siglo, le va a permitir introducir múltiples estilos artísticos a lo largo de las 180 páginas que componen este integral. Tanto es así que en muchas ocasiones la historia casi parece un vehículo, una excusa, para el lucimiento del artista francés a través de diferentes estilos mientras nos grita: “mirad qué bueno soy”.
Norma Editorial nos trae por primera vez en España los tres álbumes (La estrella danzarina, Quien bien concibe y La tristeza durará para siempre) de Terapia de grupo, publicados originalmente por Dargaud entre 2020 y 2022, en un volúmen integral en tapa dura y a todo color que incluye como único material extra la colección de cubiertas y contracubiertas de los álbumes originales. Por último, no quería finalizar esta reseña sin destacar la traducción realizada, sobre todo teniendo en cuenta los juegos de palabras y la gran cantidad de rótulos en mil y un estilos diferentes que ha habido que redibujar. Una tarea nada fácil pero que demuestra el mimo y el cuidado en la edición que ya se han convertido en señas de identidad de la editorial.
Miembro de Reserva de Maná y director de Low Poly. Lector de cómics, cinéfilo, y curioso de la tecnología. Part-time dreamer.