Reseña: Radiant Red (Cherish Chen, Kyle Higgins, David Lafuente y Miquel Muerto)

Supongo que empezar hablando de los sentai, uno de los géneros predilectos de los japoneses, puede sonar un poco raro, o no, para abrir la reseña de Radiant Red. Pero sería imposible comprender esta obra, y la seminal Radiant Black, sin la importancia y de este género. De hecho, el propio Kyle Higgins dio muestras de su buen hacer en la recuperación de una de las series seña de identidad de este género: los célebres Power Rangers. De hecho, Radiant Black y sus derivados son obras que han de comprenderse dentro de este género: un grupo de luchadores que forman un pequeño escuadrón dedicados a salvar el mundo de múltiples peligros e injusticias. Kamen Raider, los ya mencionados Power Rangers, Kikaider… en todos ellos el grupo es esencial, pero también lo es el hecho de que cada uno se distinga, sobre todo, por su color. Algo que se puede ver, sin lugar a dudas, en el mismo título de la saga que estamos tratando: Radiant Black, Radiant Red…

Kyle Higgins, pues, ya es uno de los nombres importantes, en los últimos tiempos, del cómic y se ha acabado consolidando gracias al buen hacer de Radiant Black un nuevo superhéroe que está haciendo las delicias de los lectores de Invencible y Power Rangers y que está rompiendo algunos moldes. Aprovechando, pues, la sinergia de dicha obra, han creado Radiant Red, un spin-off donde se nos narran las (des)venturas de Satomi Sone, una joven profesora que está ahogada por las deudas que ha generado su pareja, un ludópata en serios problemas con los bancos, y que deberá actuar de una forma un tanto radical para resolver sus problemas. Sobre todo después de que del cielo caiga un objeto que le confiere una serie de poderes espectaculares que, en un principio, parece resolver sus problemas, pero solo hará que hundirla en problemas cada vez más y más grandes cuando los criminales de Chicago comiencen a fijarse en ella…

El relevo del guion, en este caso, lo ha tomado Cherish Chen y debo decir que no le tiembla la mano a la hora de ir al grano con la historia y, desde luego, el cliffhanger final es de aquello que te dejan bien agarrado al asiento y con los ojos desorbitados. El ritmo es ágil, tremendamente rápido, pero hay un problema (o no): se trata de un spin-off, claro, en el que se da por supuesto que todos conocemos la historia y los hechos de la trama principal de Radiant Black. De no ser así, varios aspectos y temas que se tratan se nos escaparán de las manos. Creo, en mi humilde opinión, que tampoco hubiera estado de más haber intercalado al inicio un pequeño resumen de trama y personajes para que todos pudieran seguir la historia sin la sensación de estar perdiéndose muchas cosas. Sí, es un producto derivado de la obra de Higgins y cualquier que se acerque a él lo habrá hecho antes a Radiant Black, pero creo que no hubiera estado de más añadir ese pequeño apartado.

Por lo demás, estamos ante una historia adictiva, trepidante, una trama de robos, infiltraciones, grupos criminales y superpoderes, aderezado con una protagonista más que interesante que promete, como la obra seminal, romper con algunos de los moldes típicos del género y depararnos algunas sorpresas más que agradables. Está bien acompañada por un apartado visual al que sólo habría que achacar los rostros de algunos personajes que no están del todo bien perfilados en algunas viñetas: por lo demás, tanto el diseño de personajes como el uso del color funcionan correctamente aunque, en mi opinión, les falta algo de gancho, un poco de potencia.

Radiant Red es, como os podéis imaginar, un producto que va dirigido para aquellos que ya hayan iniciado la lectura de Radiant Black y que, por tanto, nos sirve para profundizar en el trasfondo de esta (anti)superheroína y de ver sus orígenes. Sin duda, Norma Cómics tiene entre sus manos un bombazo en el mundo del cómic de superhéroes que, estoy seguro, va a hacernos gozar en el presente y en el futuro.