Reseña: Los Cazadores Solitarios (Tyler Crook)
En un mundo donde todo va muy deprisa, quizás demasiado, el ser humano da por sentadas muchas cosas, quizás también demasiadas. Ha destronado a Dios de los corazones de los hombres y eliminado el misticismo de todo aquello que temía para sustituirlo por supuestas certezas y paradigmas morales mal entendidos. Pero que se haya escondido todo lo que el hombre no alcanzaba a entender no significa que haya desaparecido. Los grandes enigmas que han intrigado al ser humano desde generaciones siguen estando ahí. Esta situación es un buen punto de partida del que han nacido un buen puñado de historias, como por ejemplo la excelente American Gods. Historias que le recuerdan al hombre que por mucho que quiera empeñarse en olvidarlo, hay poderes ancestrales que siguen presentes entre nosotros.
Los Cazadores Solitarios es otra de estas obras que toma como punto inicial a una sociedad actual adormecida que ignora las batallas que se libran entre distintas fuerzas para adueñarse de este planeta. Fuerzas ancestrales olvidadas que quieren reclamar lo que un día fue suyo, y ante las cuales solo hay para defendernos un pequeño puñado de personas. Es un argumento manido, es cierto, pero a estas alturas, ¿qué argumento no lo es?
Tyler Crook, nominado a un Eisner por Harrow County, nos trae una historia de fantasía sobrenatural donde un viejo cazador de monstruos que ha vivido escondido durante años, se ve empujado a enfrentarse de nuevo contra las criaturas del caos que conviven entre nosotros. Tendrá que emprender un viaje fantástico para detener un temible mal de más de mil años de antigüedad, antes de que se apodere de nuestra realidad. Un argumento que explora el paso de la juventud a la edad adulta, y los traumas que nos acosan a todos mientras nos hacemos mayores.
Los Cazadores Solitarios nos sumerge en un fascinante mundo de dioses antiguos, demonios naturales y poderosa magia, tan fantástica como tangible. Sus personajes son sinceros con el lector y se muestran llenos de aristas desde las primeras páginas. Tenemos claro quién es el protagonista de la historia, pero en ningún momento nos da la sensación de estar ante un “héroe” o un caballero de reluciente armadura, al contrario. Howard (nuestro protagonista), no quiere ser un héroe, y de hecho lleva toda la vida huyendo de esa responsabilidad que ha sido una carga para él durante toda su vida. Lo mismo pasa con Lupe, su sidekick, una muchacha que desde bien pequeña le ha quedado claro lo “puta” que puede ser la vida, y que poco o nada le puede sorprender ya.
El dibujo también es cosa del propio Tyler. Las escenas se forman con grandes trazos, con el detalle justo para componer la situación, y la elección de colores y su forma de usarlos, dan al cómic esa sensación de aventura o fábula mágica.
Norma Editorial nos trae este primer volumen de Los Cazadores Solitarios, en una edición de tapa dura y algunos extras como bocetos y notas del autor. Una gran lectura para estas tardes de verano, cuya única pega es que te va a dejar esperando el siguiente volumen.
De tanto jugar a videojuegos he terminado escribiendo de ellos en @noespais, hablando de ellos en @reservademana y dirigiendo y presentando La Pistacheria