Reseña: Calle Peligro (Tom King, Jorge Fornés)
Según donde busques la información encontrarás que a lo largo de la historia han pasado por las páginas de DC Cómics entre 10.000 y 30.000 personajes distintos. Casi nada. Muchísimos personajes de todo tipo, con poderes o sin ellos, héroes o villanos… aunque si hablamos en términos de trascendencia lo cierto es que solo un pequeño porcentaje ha conseguido dejar poso en la memoria colectiva o, lo que muchas veces es más importante, publicar su propia colección, aunque sea una miniserie.
Posiblemente la década de los 70 ha sido una de las más particulares en este sentido. Los profundos cambios políticos y sociales de aquellos años propiciaron la génesis de muchos personajes muy anclados en el zeitgeist de su época tanto en valores como en estética que, desgraciadamente (o afortunadamente, vaya usted a saber) no supieron del todo adaptarse a los nuevos y sensibilidades y terminaron por quedarse en banquillo comiquero a la espera de que alguien les diese una nueva oportunidad.
Una oportunidad que finalmente ha llegado de la mano de Tom King, uno de los autores más en forma de la actualidad, y que en Calle Peligro nos presenta una aventura coral con infinidad de personajes nacidos en la década de los 70 y que, con algunas excepciones como Darkseid, no se habían prodigado en exceso en los últimos años. ¿Recuerdas a los Dingbats de Danger Street o al Equipo Verde? ¿Conocías a Creeper o a Lady Cop? ¿Sabías que había otros Outsiders que no tienen nada que ver con Batman? Todos estos personajes, y muchos más, son los que vas a encontrar si te animas a darle una oportunidad a este cómic.
El punto de partida de Calle Peligro, que tiene mucho de meta, nos presenta a Warlord, Starman y Metamorfo, héroes venidos a menos en todos los sentidos, y su infalible plan para resurgir del olvido y ganarse un hueco en la Liga de la Justicia. Metamorfo ha cambiado su brazo de diamante por el legendario casco del Doctor Destino, y con él pretenden invocar a un Darkseid debilitado, capturarle y recuperar con ello el prestigio que una vez tuvieron. Con semejante plan, ¿qué puede salir mal?. Ya os lo adelanto: TODO.
Partiendo de esta premisa King teje, a lo largo de los 12 números en los que se publicó originalmente la serie, una historia con múltiples protagonistas cuyo foco va saltando de unos a otros utilizando, como suele ser habitual en el escritor norteamericano, la voz de un narrador como hilo conductor de la historia. En este caso, de forma bastante fresca y original, la figura del narrador recae en el propio casco de Doctor Destino que va desgranando los acontecimientos como si se tratase de una aventura de fantasía medieval, con sus reinos, héroes, villanos, ogros, caballeros, princesas y dragones, y que da forma a una historia que va desde lo más mundano con unos chavales de pueblo tratando de divertirse en el sitio equivocado en el momento equivocado, hasta lo más grande de la DC cósmica con los Nuevos Dioses de Jack Kirby y el futuro del universo en juego.
Resulta destacable la facilidad que muestra King para no solo dedicar el tiempo necesario para que conozcamos a tantos y tan desconocidos personajes y podamos entender sus objetivos y motivaciones, sino para además conseguirlo sin lastrar el ritmo de la narración, que no tarda en capturar nuestro interés y nos obliga a devorar página tras página para seguir profundizando, entendiendo mejor y avanzando en la historia, gracias a su estructura no lineal. Mención especial se merece el espectacular capítulo 9, en el que toda la narración queda suspendida y se dedica íntegramente al combate entre Manhunter y el Asesino y que brilla no precisamente por la acción sino por la inesperada y afilada conversación que surge entre ambos.
El responsable del dibujo es el español Jorge Fornés, que ya había trabajado previamente con King tanto en su etapa de Batman como en el imprescindible Rorschach. La complicidad entre el guionista y artista resulta más que evidente y cristaliza en un estilo dinámico y lleno de energía que empuja la historia siempre hacia adelante. Por otro lado, en perfecta consonancia con los personajes que rescata, Fornés construye una atmósfera pulp que bien podría haber salido de aquellos años 70 a los que nos referíamos antes, con el imprescindible apoyo del color de Dave Stewart.
ECC Ediciones nos trae Calle Peligro en una cuidada edición de 368 páginas en tapa dura y a todo color cuyo mayor pecado es no tener apenas extras más allá de la habitual colección de portadas originales y alternativas, incluyendo una simpática portada del mismísimo Tom King para el número 5 (cuya publicación coincidió con el April’s Fool) que no tiene desperdicio y que nos deja meridianamente claro por qué se dedica a escribir y no a dibujar xD
Miembro de Reserva de Maná y director de Low Poly. Lector de cómics, cinéfilo, y curioso de la tecnología. Part-time dreamer.