Reseña: Rorschach (Tom King y Jorge Fornés)
Supongo que Watchmen no necesita carta de presentación alguna: la obra de Alan Moore y Dave Gibbons es una de las obras maestras del cómic que cambió el género de los (súper)héroes de una manera que hoy día es fácilmente identificable. Su desconstrucción de género es una de las lecturas obligatorias para cualquiera, ya no solo aficionados al cómic, también para cualquier tipo de lector o cualquiera con un mínimo de interés por el arte. Su contundente mensaje, su fuerza expresiva, sus personajes, su estructura narrativa: todo era perfecto. Por eso, retomar este universo es un arma de doble filo: adoramos Watchmen y estamos sedientos de cualquier obra que expanda su universo, pero también es verdad que el listón está tan alto que retomar esta narrativa se juzga con un baremo muy, muy alto. Por eso, cuando me disponía a leer Rorschach tenía a la vez una ilusión enorme por verme envuelto de nuevo en esa ucronía, pero temía quedar decepcionado. Después de haberlo devorado, os puedo asegurar una cosa: es una de las mejores lecturas que he hecho este año.
Tom King y Jorge Fornés han creado una obra llamada a perdurar, una genialidad que casi podríamos poner al nivel del cómic seminal. En pocas palabras, una barbaridad. Y es que han conseguido que tanto el dibujo como el guion encaje a la perfección y dotar al relato de una fuerza increíble: una caída a los infiernos de la locura y un retrato de una sociedad tocada de muerte, moribunda. Este noir de lectura obligatoria se sitúa 35 años después de los sucesos provocados por Ozymandias: tras la destrucción de la fe en los héroes, el mundo trata de reponerse a la masacre acontecida. Pero hay una figura que se resiste a ser borrada: la del amado y a la par odiado Rorschach. Pero todo toma un cariz aún más extraño cuando el héroe/villano es abatido, junto con una pistolera llamada Laura, durante el intento de asesinato de un candidato a la presidencia. La investigación de los hechos queda en mano de un investigador privado que, recopilando pruebas y testimonios, deberá reconstruir el relato. Se inicia, así, un viaje a la locura irrepetible.
Juega a favor de la obra, por un lado, su férrea narración, un guion excelente que nos va a ir relatando, poco a poco, qué se esconde tras los bastidores de la representación, una realidad escondida entre las costuras de una pesadilla de la que va a ser imposible despertar. Si al guion de Tom King le sumamos el dibujo de Jorge Fornés, tenemos una combinación ganadora como pocas: cada número está concebido artísticamente de una forma diferente, no hay dos iguales, enriqueciendo así el relato de una manera irrepetible. Incluso hay un número que puede leerse casi de la forma que uno prefiera, un reto creador al alcance de pocos maestros. Una gozada que dota de un poder expresivo incomparable a una narración que bebe del noir más clásico para romper con él y volver a reconstruirlo. Como hizo en su día, y con su género, la obra de Alan Moore. A todo ello hay que sumarle la excelente edición de ECC, con tapas duras y numerosos bocetos y portadas alternativas que aumentan el interés y el valor de la obra.
Rorschach es una lectura apasionante, que retoma a uno de los personajes más icónicos de Watchmen y lo utiliza para canalizar una historia y un mensaje tan inquietante como necesario. Una obra maestra que debemos leer y disfrutar. O al menos eso dice el mensaje para vencer a los calamares.
Podcaster en Reserva de Maná, apasionado de la literatura, los videojuegos, la cultura japonesa y mi gato Humphrey. El tanque de Molins de Rey.