Reseña: The Plot Holes (Sean Murphy)
Llama y no poco la atención que un artista de la talla de Sean Murphy necesite una campaña de crowdfunding para sacar adelante uno de sus proyectos personales. No es que sea precisamente un desconocido. Ha dibujado guiones de Jason Aaron, Rick Remender o Mark Millar, sin ir más lejos. Y todos ellos con un resultado estupendo, si se me permite la apreciación. Así que choca, ya digo, que para un proyecto en el que él se encarga de historia y dibujo, haya buscado financiación a través de IndieGoGo. Claro que una vez que te lees el título en cuestión, The Plot Holes, la situación cobra algo de sentido.
Y es que intentar vender un concepto tan marciano como el que se narra en este tomo no debe ser fácil. Pero bueno, dejémonos de elucubraciones sobre porqué Sean Murphy se buscó los cuartos por su cuenta y vamos a lo que importa.
¿De qué trata The Plot Holes? Pues básicamente trata de como un grupo de personajes de cómic que se hacen llamar, precisamente, Los Fallos Argumentales, viajan a través de las diferentes historias de los libros de una editorial online para reescribirlas y evitar su cancelación. El protagonista es Cliff «Inkslayer» Wieselwitz, un guionista de tebeos que es, precisamente, un personaje de uno de esos tebeos sobre la angustia existencial. Justo cuando van a matarlo y a ventilarse la serie que él mismo protagoniza, la líder de los Plot Holes le recluta para su grupo y le explica su nueva misión. Y es que un antiguo miembro del equipo ha sido infectado por un virus y está destruyendo otras historias, otros libros, otros mundos.
Se os quedará el cuerpo de pasta de boniato, que diría Mercedes Milá, pero lo cierto es que este high concept tan extraño da para muchas y muy buenas alegrías. La primera y más importante es que gracias al concepto mismo, la obra se permite navegar y bucear entre géneros sin ningún tipo de conexión real entre ellos más allá de que pertenecen a la misma editorial. El dibujo de Murphy es uno muy característico que se distingue rapidísimo con solo echar un vistazo, gracias a la fuerte estilización de sus personajes, pero la capacidad para adaptar su trazo al manga o a la tira cómica, por ejemplo, es muy de admirar. Y es aquí donde está lo mejor y lo más disfrutable de The Plot Holes. En su carácter ecléctico, en no tomarse demasiado en serio, y en ser una historia muy loca pero lo suficientemente autoconsciente como para no resultar ridícula.
Y del mismo modo que el arte, el ritmo y la premisa son lo que levantan este tebeo, su aspecto más flojo reside en el guión. No es que sea malo, no. Los personajes son carismáticos, sus interacciones son interesantes y en general, The Plot Holes se lee rápido y sin estridencias. Sin embargo, el desarrollo de su historia no es tan potente como el gancho inicial y, personalmente, se me desinfla en los últimos compases.
Es una pena que con una premisa tan imaginativa, Sean Murphy no haya sabido rematar una obra que tenía el potencial para ser una de las más divertidas en lo que llevamos de año. Aún así, me alegra muchísimo que un autor, sea quien sea, haya tenido la oportunidad de publicar su trabajo bajo la absoluta libertad creativa, y que una vez enviada la copia a todos los mecenas, éste se haya vuelto a imprimir y nos llegue ahora por parte de Norma Editorial, con una edición muy bonita, bien cargada de extras que bien vale los algo más de 30 euros que cuesta.
Porque aunque en este caso no haya salido del todo redonda, hacen falta más movidas locas como The Plot Holes.
Miembro de Reserva de Maná, ex de La Parada de Los Monstruos, bloguero y procrastinador en general. La barba del podcast.