Reseña: Tokio día a día, vol. 1 (Taiyô Matsumoto)

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Todavía, a día de hoy, no he leído nada de Taiyô Matsumoto no que no me haya fascinado: Gogo Monster me dejó anonadado y sorprendido, Los gatos del Louvre me pareció una delicia… Y Tokio día a día me ha dejado con ganas de mucho, mucho más. De hecho, para los amantes de Matsumoto, hemos de decir que estamos ante la que podría ser su obra más autobiográfica, en el sentido en el que trata de plasmar su filosofía y manera de entender el manga. Pero no nos adelantamos.

Aquellos que se acerquen por primera vez a la obra del maestro Matsumoto, podrán ser partícipes de un estilo visual tremendamente personal y único. De hecho, cada una de sus viñetas desprenden un estilo tan intransferible como especial: parece broma que diga esto, pero sólo Matsumoto sabe dibujar como Matsumoto. Podríamos reconocer una viñeta suya entre mil: un trazado limpio, detallista, onírico, a medio camino entre el realismo y el expresionismo, con unos ángulos atípicos… y unos personajes que se mueven entre la caricatura y el retrato costumbrista. Sí, es algo muy especial. Y es por eso que me temo que o bien lo amas o bien lo detestas. Yo lo adoro, sin lugar a dudas.

En Tokio día a día, seguiremos los pasos de Shiosawa, un editor de manga que debido a los fracasos de sus últimos programas ha decidido abandonar su trabajo… pero eso no lo va a alejar de ese mundo. Seguirá visitando a sus compañeros y autores favoritos y les ayudará en la medida de lo posible. Tal y como su canario trata de ayudarlo a él: sí amigos, una obra del maestro sin esa pizca de realismo mágica no sería propia de él. Ambos, canario y editor, mantienen conversaciones que le llevará a plantearse el rumbo que su vida debería tomar a partir de este momento. Asimismo, como os decía, la obra que hoy nos ocupa es la primera que Matsumoto ambienta en el mundo editorial y nos muestra en ella su particular punto de vista creativo: uno que lo aleja de los géneros habituales dentro de la industria pero que aún así ha sido capaz de granjearle fama y reconocimiento en Japón y alrededor del mundo.

Matsumoto acompaña su historia con una serie de viñetas excepcionales que están a medio camino entre el detallismo extremo (algunas de ellas son cuadros que bien podrían estar expuestos en un museo) y un “feísmo” no exento de magia y encanto. Desde luego, es un estilo que no deja indiferente a nadie y que cualquiera podrá reconocer con facilidad. Una delicia visual.

Tokio día a día es una obra que se cuece a fuego lento pero que estoy seguro que nos va a deparar momentos tan tiernos como trágicos. Este primer volumen ya nos ha regalado algunos de los personajes más estrambóticos que hayamos visto, así como una particular poética sobre el manga que a los amantes de este mundillo nos va a encandilar. ECC tiene, sin duda, entre sus manos a uno de los autores más en forma del panorama actual.

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