Reseña: Fairy Tail Integral #35 (Hiro Mashima), de Salvat

Se acerca. Se acerca el final de Fairy Tail Integral. Estamos ante el penúltimo tomo, el trigésimo quinto. Y los episodios de «preparación» para la batalla final empiezan a hacerse largos. Y es que tras más de 500 entregas, lo que le pide a uno el cuerpo es vera Zelef finalmente estampado contra el suelo. Pero vayamos por partes.

Dejamos a Elsa luchando contra Irene, que resultó ser su madre, y a Natsu recuperándose gracias a la legendaria técnica que aprendimos de Shun de Andrómeda cuando tuvo que salvar a Hyoga de la congelación. Osea, que Lucy se abraza al cuasi inerte cuerpo de Natsu, se encuera, y se tapa con una manta porque Hiro Mashima ya no sabe que hacer para poner a sus personajes femeninos en porras.

Irene, por supuesto, es vencida por Elsa, y Grey, por su parte, prepara sus poderes de demon slayer para enfrentarse a Zelef. Evidentemente, las cosas no van bien para nuestro nudista amigo y si no llega a ser por la aparición de un recuperado Natsu, ahora tendríamos una muerte en este manga. Pero no. Grey se salva y comienza, ahora sí, la batalla final que llevamos tantos tomos esperando. Una pena que tras unos pocos golpes se desvíe el foco hacia otros combates que estaban teniendo lugar y que quizás no tengan el mismo interés, pero no cerrar estos hilos hubiera estado feo, la verdad.

Así pues, nos quedamos con la miel en los labios y nos tocará esperar al trigésimo sexto y último tomo. Por lo menos, los combates y los extras están a la altura de un climax como este, y sólo nos quedan unas pocas páginas para conocer el ansiado final de esta historia.

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