Reseña: Star Wars The High Republic Luz de los Jedi (Charles Soule)
Arranca una nueva etapa editorial en Star Wars con toda la ilusión, esperanza, ambiciones y sueños que ellos conllevan. Luz de los Jedi es la novela editada en nuestro país por Planeta Cómic y que supone el punto de partida perfecto a la era de The High Republic (La Alta República aunque por brandingqueda sin traducir en esta versión en castellano).
La iniciativa de The High Republic fue la réplica perfecta a quienes criticamos que no hubiera habido un mayor consenso a la hora de trazar líneas comunes en la trilogía de secuelas de Star Wars en el cine. Es por ello que Disney decidió que tras la saga Skywalker la franquicia debía tomar un nuevo rumbo en lo que se refiere a las publicaciones escritas ya sean novelas, literatura infantil y juvenil o cómics.
Para ello se juntó una especie de all stars de talentos donde reunieron a nombres como Justina Ireland, Cavan Scott, Claudia Grey, Daniel José Older y el autor que hoy nos atañe: Charles Soule. Este prolífico escritor y guionista estadounidense ya ha dejado su huella en nuestra querida franquicia con historias de cómics como Lando, El ascenso de Kylo Ren o Darth Vader Lord Oscuro, per esta tarea es sin duda la más importante hasta la fecha.
Luz de los Jedi es una novela que tiene múltiples cometidos al ser el principal producto de esta nueva era literaria. La Alta República es una era situada 200 años antes de los sucesos de La Amenaza Fantasma, un período que no había sido visitado por la saga en ningún otro medio, lo suficientemente lejano en el tiempo para alejarnos de la familia Skywalker y sus devenires, pero lo suficientemente próximo para sentirla cercana sin tener que irnos a la Antigua República.
Luz de los Jedi se ambienta en una época de esplendor para los Jedi, guardianes de la paz y la justicia en toda la galaxia, contando con su templo en Coruscant y con pequeños puestos avanzados en mundos lejanos. En esa época la República liderada por la canciller Soh está viviendo un período de tranquilidad y bonanza lo que da lugar a la construcción de una gran estación estelar llamada baliza Starlight que funcionará además de cómo repetidora de comunicaciones, centro médico y asistencial avanzado, como un segundo templo Jedi para asistir rápidamente a la población del borde exterior. La relación con los mundos de esa zona alejada del universo es posible gracias a las vías hiperespaciales, pero algo grave sucede cuando una nave que viaja a velocidad luz sufre una colisión contra algo en el hiperespacio y vuela en pedazos.
El libro está dividido en dos partes y la primera arranca con este trágico suceso ya que los múltiples fragmentos abandonan el túnel del hiperespacio cerca de un sistema agrario y millones de vidas son amenazadas por estos mortíferos meteoritos que impactarán contra todo lo que pillen por delante. Charles Soule nos dedica media novela a mostrar las increíbles habilidades y dominio de la fuerza de los nuevos personajes de esta saga. La maestra jedi Avar Kriss, con un increíble dominio de la Fuerza podríamos decir que es la protagonista, aunque no acapara tantas páginas porque es un reparto muy coral en el que cada uno tiene su espacio: el caballero jedi Elzar Mann será más adelante partenaire de la propia Avar, pero se quiere dejar claro el carácter heterogéneo de la orden con personajes como Burryaga Agaburry, un wookie jedi, o Loden Greatsword un jedi twi`lek que junto a su padawan Bell Zettifarprotagonizan muchas de las escenas de más acción en la novela.
La narrativa es bastante ligera y agradable, con numerosos capítulos de no muchas páginas que ayudan a contextualizar a tantos personajes en esta historia que sirve de carta de presentación. Es cierto que al principio el baile de nombres puede abrumarnos porque se nos van a presentar de golpe a muchos jedi y sus padawan haciendo frente a esta crisis del sistema Hetzal, no obstante el autor acertadamente evita caer en largas descripciones ya que nos encontramos familiarizados con este universo desde el primer minuto.
A mitad de la novela se nos presenta a la gran amenaza de la que va a ser esta etapa literaria, los Nihil, una especie de “Naciones Unidas” del terrorismo en el que especies alienígenas de todo tipo actúan a modo de piratas espaciales saqueando naves, raptando gente o robando todo lo posible sin importar a quien llevarse por delante. Visten con máscaras decoradas y pilotan naves de aspecto burdo y cruel. Cuando leía sobre ellos no podía evitar acordarme de piratas o vikingos o incluso de los saqueadores de películas como Mad Max.
Los capítulos en los que nos hablan sobre ellos nos mostrarán su organización cuyo concepto gira en torno a la tormenta y sus miembros se clasifican por rango en nubes, rayos y jinetes de la tormenta. Aunque hay tres jinetes de la tormenta de gran importancia, el mayor protagonismo se lo lleva el oráculo de esta banda criminal, un misterioso personaje conocido como Marchion Roquien custodia el secreto que hace a los Nihil tan peligrosos, los Caminos. Y es que estos saqueadores usan rutas espaciales y atajos que les permiten asaltar y huir en un visto y no visto.
Su camino se cruzará irremediablemente con los jedi en la segunda parte de la novela donde la canciller marca la inauguración de la baliza Starlight como fecha tope para descubrir qué ha causado la tragedia del sistema Hetzal y evitar que más fragmentos de la nave accidentada siga destruyendo mundos, comenzando una carrera en la que Nihil y República ansían cosas en común.
Luz de los Jedi es la mejor excusa para volver a enamorarse de la literatura de Star Wars y este libro es solo el comienzo. Charles Soule quiere que entremos de lleno en un universo que sabe ir enriqueciéndose con el resto de productos existentes y por publicar. De hecho en esta novela hemos visto conexiones con nombres que nos sonarán conocidos como la familia San Tekka, o hemos visitado lugares familiares como el País de los Lagos de Naboo. Si queréis iniciaros en esta nueva etapa, esta novela es la mejor forma de entrar en ella.
Miembro de Reserva de Maná, disfrutando en la mejor compañía del viaje de la vida. Profeso el Miyazakisme. El swing de la reserva.