Reseña: Enigma – Edición Definitiva (Peter Milligan, Duncan Fegredo)
A principios de los años 90, de la mano de la editora Karen Berger, surgió un pequeño milagro dentro de la todopoderosa DC Comics que marcaría un nuevo estándar de calidad en el cómic enfocado a lectores adultos. Estoy hablando, como ya habréis imaginado, de Vertigo Comics. Desde sus mismos orígenes, el sello se caracterizó por romper con las restricciones de la línea principal de DC y no cortarse con el uso de la violencia gráfica, el sexo o la blasfemia en muchos de sus títulos.
Gracias a Vertigo Comics hemos podido disfrutar de algunas de las series más representativas e influyentes de la historia del cómic: Sandman, Transmetropolitan, Hellblazer, Predicador, 100 Balas, Fábulas, Y: El Último Hombre, Lucifer… casi nada. Pero la cosa no quedó allí y es que, además de estas grandes sagas, el sello de Karen Berger también nos trajo obras más pequeñas a cargo de algunos de los autores más interesantes de la época, como Neil Gaiman, Grant Morrison, Garth Ennis… o quien más nos interesa hoy, Peter Milligan.
El guionista británico, que como tantos otros comenzó su andadura en la revista 2000 AD fue uno de los autores que encabezó el vanguardismo en el mundo del cómic durante los años 80 y 90 del siglo pasado con obras como Shade, the Changing Man o Greek Street, encontró en Vertigo Comics su hábitat natural para poder desarrollar sus inquietudes con libertad y sin cortapisas de ningún tipo, dejando a su paso por la editorial americana una excelente cosecha de títulos como Skreemer, Human Target, The Eaters, The Minx o la excelente y recien reeditada por Planeta Cómic: Enigma.
A través de una narración en múltiples capas, incluyendo una ruptura constante de la cuarta pared, Milligan nos cuenta la historia de Michael Smith, un anodino personaje sumido en una vida rutinaria y vacía que un buen día reconoce a los personajes de uno de sus cómics de superhéroes favoritos de la infancia en las noticias. ¿Cómo es posible algo así? ¿Acaso el mundo está tratando de decirle algo? ¿Habrá algo oculto en su propia existencia? Obsesionado en dar un sentido a todo esto, Michael dejará atrás su trabajo, su pareja y todo lo que le ata a su vida anterior y a su cordura para tratar de descubrir la identidad del Enigma y comprender cuál puede ser la relación con su persona, emprendiendo un viaje en la frontera del surrealismo que le llevará a enfrentarse a la mismísima Verdad.
Como no podía ser de otra manera, toda esta odisea en busca de el Enigma y la Verdad supondrá para nuestro protagonista todo un camino de autodescubrimiento. Personal, por supuesto, pero también emocional, afectivo y sexual. Y es que, si bien es cierto que la verdad nos hará libres… también lo es que acceder a la misma no es gratuito y requiere pagar un precio que no todos estamos dispuestos a asumir. ¿Se atreverá Michael a dar el último paso para conocerse y aceptarse?
Esta obra no sería la misma sin la fuerza y la identidad que le otorga el trazo de Duncan Fegredo. Caótico, feísta, desordenado, sucio, con composiciones irregulares y con un punto expresionista el dibujo causa una inevitable primera impresión de rechazo en sus primeras páginas. Sin embargo, rápidamente descubriremos conforme vamos avanzando en la narración que el dibujo también va evolucionando en paralelo al crecimiento de Michael Smith y que ese era precisamente el estilo gráfico que una narración como esta necesitaba. Si al excelente trabajo de Fegredo le sumamos el fantástico color acuarela de la pintora y colorista Sheryl Van Valkenburgh (Moonshadow) obtenemos un apartado artístico potentísimo a la par que bello y perturbador.
La cuidísima edición que nos trae Planeta Cómic, basada en la edición homónima publicada el año pasado por Berger Books (heredera de Vertigo Comics) en Dark Horse Books el año pasado es una pequeña joya repleta de material adicional. Además de los 8 números que componen el Enigma original, la presente edición contiene más de 50 páginas de extras con una barbaridad de material adicional entre el que se incluyen textos de Milligan, Fegredo y de los editores, portadas originales y de diversos recopilatorios, notas de diseño, bocetos e ilustraciones promocionales, guiones gráficos, detalles sobre el proceso de creación… así como unas pequeñas biografías de los autores. Un conjunto de extras que junto al periplo de Michael Smith justifican la calificación de Edición Definitiva. Sin duda, la mejor manera posible de acercarse a una obra extraordinaria.
Miembro de Reserva de Maná y director de Low Poly. Lector de cómics, cinéfilo, y curioso de la tecnología. Part-time dreamer.