Reseña: Batman – Tres Jokers (Geoff Johns y Jason Fabok)
Joker. Mucho más que un icónico antagonista de Batman. El payaso psicópata que aterroriza a los ciudadanos de Gotham es un personaje que ha trascendido el mundo de los tebeos y sus adaptaciones para entrar de lleno en la cultura pop y más allá, erigiéndose en una suerte de trastornado modelo de conducta para reaccionarios.
Pero hace como 7 años, antes de las infames versiones de Jared Leto y Joaquim Phoenix, estaba este personaje inmerso en un follón tremendo que formaba parte de esta especie de intento por parte de DC de reiniciar todas sus series en un evento de proporciones cósmicas. Y en mitad del tremendo galimatías, Batman se sentaba en el trono de Moebius y uno de los mayores secretos de toda la historia de DC, la identidad de su némesis, le era revelado.
Y ahí teníamos EL GIRITO. Que el tipo no era uno, eran tres.
Tres Jokers. El Criminal, el Comediante y el Payaso, que se contraponen contra los tres personajes que más han sufrido las maquinaciones de este artista del crimen. El primero, claro, es el mismísimo hombre murciélago. Poco hace falta decir que no sepan ya todos los fans de Bats, que ha estado al borde del abismo, física y figuradamente en múltiples ocasiones por obra y gracia de J. Los otros dos son Barbara Gordon y Jason Todd, que sufrieron su buena ración de retorcidas y violentas calamidades en «La Broma Asesina» y «Una Muerte en la Familia» respectivamente.
Esta contraposición, este tres para tres, es la estructura que cimenta esta historia. Geoff Johns hace aquí lo que mejor se le da, que es perfilar y definir personajes a través de afilados y precisos diálogos que dejan miguitas de pan en este recorrido por los pecados de un personaje, un villano, que sólo deja caos y destrucción allá por donde pasa. Johns no tiene problemas en plantear una narración menos centrada en la acción de lo que podríamos esperar, e incluso reescribir algunos de los eventos supuestamente canónicos del lore de Batman, para llevar a los personajes a los puntos dramáticos que esta historia busca y, bajo mi punto de vista, clava.
El dibujo de Fabok, por su parte, es de lo mejorcito que ha podido pasarle a este tebeo. Su estilo ultra detallado es el perfecto para esta historia, y capta a la perfección la atmósfera violenta, seca y cruda de este macabro reencuentro. Mención especial a las caras, los primeros planos, donde Fabok se luce y deja algunas splash pages para la posteridad.
La edición de ECC viene además bien cargadita de extras. Más de 80 páginas que incluyen las portadas, bocetos, storyboards, y el que yo creo más valioso, el guión del primer número de los tres que incluye el recopilatorio. Una marvilla.
Tres Jokers es una obra que puede leerse perfectamente de forma individual, aunque conviene tener ese pelín de contexto para tener la foto completa. Probablemente no será del gusto de algunos fans del murciélago, en especial por esas reinterpretaciones ya mencionadas, pero lo que no podemos negar es lo valiente y atrevido de una obra que probablemente no va a dejar indiferente a ningún lector.
Y para el que aquí os escribe, es uno de esos imprescindibles de Batman.
Miembro de Reserva de Maná, ex de La Parada de Los Monstruos, bloguero y procrastinador en general. La barba del podcast.