Reseña de La ciénaga (Antonio Zurera)
Hablar de Antonio Zurera es hablar de una de las instituciones de la animación española, sin lugar a dudas. Nominados en varias ocasiones a los Goya en la categoría de Animación y finalista en innumerables otros premios, Zurera es, además, miembro de la Academia de las Artes y las Ciencia Cinematográficas de España y de la EFA (European Film Academy). Todo ello para decirnos que, en definitiva, sobran las presentaciones, pero por si acaso, ahí están las referencias. Todos este savoir faire que le otorga el conocimiento acumulado en todos los años de su carrera artística hacen presagiar que lo que nos vamos a encontrar en La Ciénaga es una obra de gran calidad. Y os puedo asegurar que así es. Y es un auténtico logro pues se trata de la primera obra en este mundo artística del autor: no solo sale indemne, sino que ha conseguido dar a luz una obra atípica y repleta de calidad.
Zurera nos transporta al reino de Palantia, un mundo habitado por animales antropomórficos que se sitúa en la Edad Media y que, como os podéis imaginar, hace gala de las mejores traiciones, secretos y giros argumentales típicos de las novelas palaciegas repleta de personajes sibilinos, oscuros y malintencionados. Así pues, la heredera del reino de Palantia, un bebé de apenas unos meses, será protegida por su fiel escudero de las conspiraciones que pretenden acabar con su vida para dar un golpe de estado en el reino. Para que no acaben con su vida, será llevada a la Ciénaga, un frondoso, exótico y letal paraje que esconde los peores secretos y las bestias más peligrosas de todo el reino.
Si bien es cierto que la trama no es nueva, la historia se sigue con sumo interés al ser capaz de alternar las diferentes líneas argumentales (en ocasiones demasiadas) en tres partes diferenciadas y que hacen de su lectura un acto sumamente agradable. No solo la historia se sigue con gran interés, sino que el dibujo es excelente: repleto de detalles, tremendamente barroco, con una gran cantidad y variedad de escenarios y un diseño de personajes que quita el hipo. Zurera da lo mejor de sí en un apartado artístico perfectamente acompañado por la edición del texto: un gran tamaño y tapas duras que otorgan un gran empaque a la edición y una calidad de papel muy alta.
Así pues, Zurera se adentra en el mundo del cómic con una obra consistente, una gran historia y un dibujo fenomenal. Una historia de aventuras, traiciones y venganzas con un aliento clásico pero que conectará de lleno con los públicos actuales.
Podcaster en Reserva de Maná, apasionado de la literatura, los videojuegos, la cultura japonesa y mi gato Humphrey. El tanque de Molins de Rey.