Reseña: Este del oeste. El Apocalipsis: Año 1 (Jonathan Hickman y Nick Dragotta)
Tengo cierta preferencia por las historias que nos explican el fin del mundo. Ya sea por motivos climáticos, epidemias o guerra nucleares lo cierto es que ver cómo cada autor imagina el apocalipsis siempre me llama la atención. Supongo que porque todos nos imaginamos, en algún momento, qué haríamos si el mundo se acabara y nosotros, por fortuna o por desgracia, sobreviviéramos. Venga, estoy seguro que tú también lo has meditado en algún momento: tiene cierta atracción y genera cierto vértigo que no podemos eludir mirarlo de frente o de reojo. Pues bien, entre todos esos mitos, posiblemente el del Apocalipsis sea el que menos visito, mira tú por dónde, y por eso, desde el primer momento que puse mis ojos sobre Este del oeste sabía que no iba a poder desengancharme de él. Porque la obra de Hickman y Dragotta es adictiva, frenética, cruel y deliciosa. No es para todos los estómagos, eso seguro, pero sí para paladares que degusten los platos fuertes.
En esta ucronía que nos presentan, los cuatro jinetes del apocalipsis han renacido para provocar, como no puede ser de otra manera, el Fin del Mundo: Guerra, Peste, Victoria y… Muerte. Aunque este último parece no estar donde debiera. Y es que Muerte tiene asuntos pendientes y sus propios planes que lo alejan del sendero de sus hermanos. Algo que, como os podéis imaginar, no les hace ninguna gracia. A todo ello hay que sumarle que el mundo ahora se divide en seis naciones, cada una de ellas con una serie de elegidos que tienen como plan oculto provocar el fin, tal y como dictan las sagradas escrituras. Seis naciones totalmente distintas, con objetivos aparentemente comunes pero que en realidad están fuertemente opuestas entre sí. Y, sin duda, uno de los logros de esta obra es la caracterización de estas naciones y su ambientación: Far West, oriente, metrópolis occidentales, nativos americanos… Un acierto cómo están representados y la construcción de su trasfondo e historia.
Y, por supuesto, Muerte, el protagonista de esta obra y uno de los personajes más memorables: dispuesto a todo para llevar sus planes a cabo, aunque ello suponga contravenir las normas e ir en contra de su propia familia. Sobre sus motivos, mejor no desvelar nada, pues, al igual que en el resto de tramas, los giros constantes de guion son una pieza clave de un puzle que va mostrando sus fichas poco a poco, sin prisa. Y, sobre todo, haciendo que el lector se sienta inteligente: nada de darnos las cosas mascadas, pues más de una vez nos vamos a quedar sin saber exactamente qué está sucediendo hasta que no avancemos unas páginas o unos capítulos.
Pero no olvidemos que esta es, también, una obra coral, con multitud de personajes secundarios que irán apareciendo poco a poco, pero que todos van a tener momentos estelares que van a cambiar el destino de todos de maneras, a veces, imprevisibles. En este sentido, la obra me recuerda, en sus mejores momentos, a Saga, una de las obras maestras del género que supo hilvanar de manera magistral multitud de líneas argumentales. Como aquella, Este del oeste abre diversos caminos que se van a ir conectando de manera paulatina y con momentos que quedan para la memoria.
Todo ello coronado con un dibujo de Nick Dragotta genial, con un diseño de personajes excelente y un uso del color sensacional. Lleno de grandes contrastes, tonos descarnados y un amor por los detalles, este tomo recopilatorio de los primeros 15 capítulos es una obra imprescindible para los amantes de la ciencia-ficción y la fantasía: con toques de La Torre Oscura, Dune, Juego de Tronos… esta obra editada de manera excelente por Norma y que trae consigo una serie de extras de lujo que nos os podéis perder: desde la explicación de cada una de las naciones que están en lid por el poder, como diseños alternativos y bocetos que harán las delicias de los amantes de esta obra.
Podcaster en Reserva de Maná, apasionado de la literatura, los videojuegos, la cultura japonesa y mi gato Humphrey. El tanque de Molins de Rey.