El 31 de Enero de 2022 se publicaba en esta santa casa la reseña del primer tomo de Fairy Tail Integral. Hasta ahora ha pasado año y medio, que se traduce en 35 tomos para recopilar los 545 episodios que comprende el manga original, y un buen puñado de extras.

Fairy Tail es un shonen de moderado culto, y lo que nos ha parecido podéis leerlo en las treinta y seis reseñas como treinta y seis soles que venimos publicando desde la salida del primer número. De lo que vamos a hablar hoy es de la experiencia que proporcionan estos buenos tochos que Salvat pone a nuestra disposición.

Cada uno de los ejemplares contiene más de 300 páginas. Lo habitual es que haya al rededor de 275 páginas de puro y magro Fairy Tail, lo que vienen a ser unos 15 capítulos. Muy a destacar, y para bien, que todas las páginas a color de la edición original están aqui también a color y en papel satinado, cualidad que no tuvimos en la edición en tomos regulares de Norma Editorial. Después del manga, tenemos unas 30 o 40 páginas de extras que incluyen bocetos, omakes, entrevistas, pasatiemos, portadas alternativas y un sinfín más de material que va a ser regocijo y disfrute de todo aquel que quiera conocer Fairy Tail más allá de lo que ocurre en las páginas. Y además, a todo esto acompaña en cada número un pequeño poster a doble cara con un montón de ilustraciones originales. Como pequeño punto negativo, me hubiera gustado que se hubiera corregido la traducción con respecto a la de Norma, que tiene algunos nombres y términos transcritos de forma, digamos, extraña. Nombres como Elsa en lugar de Erza, Laksas en lugar de Lexus, o Crujsy en lugar de Gajeel. No empañan el resultado, pero chirrían al principio, hasta que uno se acostumbra.

El tomo es de tapa blanda, sin sobre cubierta y de lomo flexible, de modo que se puede leer con bastante comodidad ya que pesa más bien poco pese a su volumen. Además vienen bastante bien encolados, de modo que podemos manipularlo, abrirlo y cerrarlo (dentro de lo razonable, claro) sin miedo de romperlo.

Así pues, ir recibiendo el manga en casa mes a mes para degustarlo de forma regular sin siquiera tener que ir al quiosco ha sido un auténtico placer. Vale que la recta final se nota falta de ideas, y que Hiro Mashima no sabe dibujar más de tres caras femeninas, pero el viaje ha sido muy divertido y sobre todo, sencillo. Cuesta muy poco sentarse y leerse un manga de peleítas con momentos intensos, fanservice y power ups servidos por el poder de la amistad si además vienen en este formato grandote, super agradecido si eres miope como un servidor.

Desde Reserva de Maná esperamos que Salvat se anime a traer más licencias de Norma, como Full Metal Alchemist o Guardianes de la Noche (Kimetsu no Yaiba) a este formato Integral. Me los pido.

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