Reseña: Blade Runner 2029 1. Reencuentro (Johnson, Guinaldo y Lesko)

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Para un servidor Blade Runner es uno de esos lugares a los que regresar cuando quieres tomar un buen café en una tarde lluviosa. Es un universo que me encantó desde que vi al bueno de Rick Deckard interpretado por Harrison Ford en la película del 82, pero los cómics basados en la icónica novela e Philip K. Dick era algo que se me resistía hasta ahora. Aunque no pude hincarle el diente a Blade Runner 2019, una nueva serie a cargo del guionista Mike Johnson y los lápices de Andrés Guinaldo ha aterrizado de la mano de Norma Editorial en nuestro país con el nombre de Blade Runner 2029.

El año no es baladí ya que es un indicativo de la época en la que nos situamos, casi una década después del apagón de los androides sintéticos conocidos como replicantes. De nuevo la protagonista será una Ash más curtida con los años, detective del cuerpo de Blade Runners, los agentes encargados de localizar a los replicantes que se ocultan en la sociedad y quitarlos de en medio. A modo de introducción para quien no conozca el personaje, me ha gustado mucho el prólogo donde nos sitúan rápidamente a la propia Ash y su temperamento, así como a su antagonista, mientras se fija el tono de narrativa y violencia que veremos a lo largo del tebeo.

En este primer número titulado Reencuentro seremos testigos del inicio de un plan maestro de los replicantes que afecta de lleno a la propia Ash ya que su autor guarda una inquietante relación con ella. Como buena historia de detectives, nuestra protagonista tendrá que seguir pistas bajo la lluvia ácida de Los Ángeles mientras reflexiona consigo misma y flirtea con el estereotipo más marcado del “antihéroe”. Por suerte Johnson sabe darte lo que has venido a buscar y entre menciones a la corporación Tyrell y a modelos de replicantes Nexus que nos serán familiares, sabe crear un clima de tensión propio del mejor cine negro.

En lo visual, Guinaldo crea un cómic completamente cautivador con un dibujo que personalmente me fascina, lleno de detalles que unos entornos como los de Blade Runner saben agradecer. Austero cuando puede permitirse serlo y recargado en detalles cuando la escena invita a deleitar la vista con edificios, máquinas, looks que crean tendencia en esta sociedad futura o la violencia más cruda perpetrada por los personajes de esta historia. El color de Marco Lesko es el acompañamiento ideal en cada situación, creando atmósferas únicas con tonos muy apagados que casan a la perfección con este estilo narrativo.

En definitiva estamos ante un arranque de trama apasionante y nos deja con ganas de devorar el siguiente tomo a ver qué ha sucedido con el plan de los replicantes. El remate a este tomo de tapa dura es una galería de portadas alternativas, bocetos de diseños de personajes, sketches a lápices de los capítulos, un detalle a agradecer siempre y con el que zambullirse todavía más en este universo. No sé si los androides soñarán con ovejas eléctricas, pero yo seguro que lo hago con este cómic.

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