Reseña: Los Zazous. Swing contra los nazis (Rubio, Danide)

El mundo de los bailes de la música Swing forma parte del deep lore del que escribe estas lineas. Durante muchos años estuve muy metido en ese mundillo de música maravillosa, rica y turbulenta historia y enorme acervo cultural. Por eso estoy particularmente agradecido a esta santa casa, Reserva de Maná, y a Norma Editorial, que publica esta preciosa obra, por haberme dado la oportunidad de volver a contactar con esa parte de mi pasado, y de reactivarme las ganas de bailar y refugiarme en la alucinante herencia musical y cultural que nos dejaron titanes como Jimmie Lunceford, Duke Ellington, Count Basie o Cab Calloway.
El Swing, como movimiento cultural, de expresión de la juventud, e incluso como forma de protesta, ha sido un testigo, no silencioso sino todo lo ruidoso que ha podido ser, de los mayores y más trágicos acontecimientos de nuestro siempre bañado en nostalgia siglo XX. Hijo de muchos padres y madres diferentes, este estilo musical empieza a gestarse en los albores del turbulento siglo pasado, en el caldo de cultivo de la floreciente y multicultural sociedad estadounidense de la época. Se consolida como fenómeno internacional cultural a lo largo de la década de los años 30, y aquí es donde se encuadra la historia que nos ocupa.
Nos encontramos en el comienzo de la terrible ocupación de Paris por parte de las tropas nazis. En ese marco dramático y terrible, un grupo de jóvenes encontró en la música, los bailes y la cultura del Swing más que un refugio, un auténtico búnker, en el que aislarse de lo que estaba sucediendo en ese mundo gobernado por adultos enloquecidos. Pero ante ciertos cataclismos no hay cobertura que resista indefinidamente, y en este cómic brillantemente ilustrado por el dibujante Danide veremos el proceso por el que el protagonista, de nombre Frankie (quizás en un guiño a la mayor leyenda moderna del baile de Swing, el mítico Frankie Manning), pasará de ser un huérfano raterillo que malvive trapicheando en los callejones de Paris para cuidar de su hermana pequeña, a conocer el mundo de los Zazous parisinos y verse envuelto en una trama de espionaje, resistencia e informantes de la que parece que nadie puede salir indemne.
La historia en sí no es nada original ni novedosa, ya que, por desgracia, los relatos en torno a lo que ocurre en las guerras, las ocupaciones, las resistencias y las revoluciones humanas son por todos conocidos y residen en el imaginario popular (quizá no de forma tan presente como deberíamos, teniendo en cuenta los derroteros por los que deambula la actualidad en este nuestro pequeño y frágil planeta). Es de grandísima altura, eso sí, la manera de contarla. La escritura de Salva Rubio, la otra pata sobre la que se apoya esta obra, es absolutamente magistral. El guión tiene un ritmo trepidante y la escenografía hace que casi podamos respirar el olor de la pólvora tras un fusilamiento o sentir el retumbar de los cañonazos en el frente. Y por supuesto, podemos oir el swing en las escenas de baile, exquisitamente representadas por Danide, que ha usado como referencia conocidísimas instantáneas originales de la época dorada de estos bailes y esta música, como cualquier aficionado como yo podrá apreciar al primer vistazo.
Este cómic se presenta en una edición de tapa dura, con todas y cada una de las páginas a todo color. El formato en viñetas ocupa prácticamente todo el volúmen, pero al final se incluye una parte redactada solo con texto con un completo recorrido histórico por todos los escenarios y realidad socio-cultural en la que se ha desarrollao la historia, con información sobre este terrible episodio en la historia de Europa y de la humanidad.
En definitiva, que me reitero en el agradecimiento por haberme podido sumergir de nuevo en esta cultura, esta música y estos bailes. Y para vosotros, que os gusta leer, o para vosotros, que también bailáis y os gusta este rollo del Swing, no lo dudéis: venid a conocer a este «otro» Frankie, y acompañémosle en sus peripecias por la Francia ocupada, sus sufrimientos, sus pérdidas, sus conquistas, y sobre todo, por sus primeros pasos de baile, que a buen seguro no serán los últimos.
