Reseña: Tengo cáncer terminal, pero estoy bien (Hilnama)

0
tengo cancer

Sí, supongo que el título se las trae. Y, sí, entiendo que a más de uno lo sorprenderá y/o podría echarlo atrás: tras cogerlo y observarlo por esa portada tan curiosa, vivaracha y costumbrista, el título desde luego asusta. Aunque en realidad debería decir que nos deja estupefactos: ¿cómo vas a tener cáncer terminal y estar bien? Es un oxímoron, ¿no? Bueno, todo depende de cómo lo encares. Desde luego, la protagonista de este manga, Hilnama, una autora de manga erótico BL de 38 años, es una de las personas más valientes que he podido conocer a través de las páginas de un manga.

Porque sí, tras sufrir molestias en el estómago y hacerse una serie de pruebas, Hilnama recibe el diagnóstico de que padece un cáncer terminal: debe operarse y realizarse quimioterapia para poder alargar su esperanza de vida a unos pocos años. Ante esta noticia, lo más normal sería derrumbarse. Pero lo que sí es inevitable es que la vida sigue. Y, como se dice, por inverosímil que parezca, mientras hay vida hay esperanza. Eso es lo que este manga, con una sencillez pasmosa, es capaz de transmitirnos: la crudeza y la belleza de vivir.

Hilnama escribe un guion repleto de datos y explicaciones sobre el cáncer, el tratamiento, las intervenciones, los padecimientos… con detenimiento, con intenciones pedagógicas y de apoyo tanto para los enfermos como para los familiares que los envuelven. Lo hace todo con una ternura y una sencillez dignas de elogio: de hecho, uno de los grandes aciertos de la obra es la decisión de convertir a su autora en una conejita. Un hecho que permite que el lector sea capaz de distanciarse, pero a la vez adentrarse mejor en toda las partes más ásperas y duras de la obra.

Y aquí se narra todo: desde los días previos al diagnóstico, pasando por las pruebas y la incerteza de qué le está sucediendo, explayándose en las intervenciones y el postoperatorio, hasta llegar a la quimioterapia y sus efectos. Todo. Sin guardarse nada de lo terrible y bonito que pueda sucederle. Y consigue que todo sea sobrecogedor y, a la vez, tierno en un proceso que quiere mostrar las heridas pero sin hurgar más de lo necesario.

No vamos a engañarnos, Tengo cáncer terminal pero, estoy bien es una obra que golpea duro, con suavidad, pero sin limar las asperezas de lo que narra. Es un manga valiente, necesario, que nos adentra en la odisea física y emocional que su protagonista vive a lo largo de incontables semanas. Que no os dé miedo adentraros en él: su humor y su calidez es capaz de inundaros con una luz que brilla reconfortante ante nuestros ojos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *