Esto no me lo esperaba. En el último envío que recibimos en la redacción nos llegó un ejemplar de El arte de Pepe González. Un homenaje ilustrado a la carrera de un artista espectacular, que dio el salto de popularidad en Estados Unidos gracias a sus trabajos con Vampirella. Realista, elegante, pero sobre todo brillante, Pepe González nos vuelve a deleitar con este recopilatorio de algunas de sus mejores obras en forma de bocetos, páginas de cómic, ilustraciones y textos. 

Es importante señalar que no se trata de un libro de arte al uso. Esta obra está repleta de textos explicativos de los trabajos de Pepe, contados de primera mano, o por la de otros que trabajaron y vivieron con él, tanto en inglés como en castellano. En ellos vamos a conocer infinidad de anécdotas y vicisitudes sobre la creación de las ilustraciones, así como curiosidades y todo tipo de datos relativos a cómo el artista llegó a conseguir ser el responsable de los diferentes títulos en los que trabajó.

El libro nos lleva en un apasionante viaje a través de tres etapas. La primera época comprende los años 50 y 60, donde destaca las portadas de colección de novelas de Corin Tellado. Aquí ya vemos como el santo y seña de Pepe es el realismo y el cuerpo de la mujer más sexy. En este sentido resulta curioso ver cómo el artista hacía uso de fotografías reales como referencia para sus ilustraciones más detalladas. Dentro de esta etapa también encontramos un pequeño capítulo dedicado a los orígenes del artista, para luego seguir en sus trabajos patrios más destacados, como las portadas de la revista juvenil Serenata Extra, con las confesiones del Duo Dinámico.

En los años 70 llega Vampirella y otras publicaciones más “hot”, como es el caso de Belle Star, Carré Blanc, Sexy Show o Dosier X entre muchas otras.

Hacemos otro alto en el camino para conocer una parte de la vida social de Pepe, abiértamente homosexual, que en los tiempos que corrían no debió ser nada fácil. Pero era una persona alegre, abierta, que le gustaba la fiesta y disfrutaba de las reuniones sociales, y bien lo saben todos los que tuvieron la suerte de coincidir con este artística irrepetible.

Ya en los 80 y los 90, Pepe ahondó más en la cultura estadounidense del cine, aunque sin dejar de lado a su musa Vampirella. Portadas de la revista Cimoc en sus especiales de Eortismo, con Marilyn en portada son historia del arte de sus trabajos. De hecho, el libro termina con un portfolio dedicado en exclusiva a la rubia más famosa de la historia de Hollywood.

Pero no todo era erotismo en su carrera, y ahí su paso como portadista de los libros de la colección The Bobbsey Twins, o de las novelas de Barbie. Sin duda algo sorprendente para lo que conocía del artista, o todo lo que he podido ver en esta colección que nadie debería perderse.

Insisto en que El arte de Pepe Gónzalez no es simplemente un libro de ilustraciones. Es casi un biopic sobre un artista patrio que todos tendrían que disfrutar.

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