Reseña: SIN CITY 3. La gran masacre (Frank Miller)

Miho. Eres un ángel. Una Santa. Una bendición del cielo. La madre Teresa. Elvis. Eres Dios.

Volvemos a la Ciudad del Pecado con el tercer volumen de esta maravillosa reedición que nos trae Norma Editorial de SIN CITY. En esta ocasión os hablo de La gran masacre, que curiosamente fue el primer cómic de la franquicia que leí en su día y que ahora, después de haber leído la colección completa y continuar con esta relectura, cobra más sentido y valor que nunca. Qué pedazo de cómic, amigos…

En La gran masacre tenemos de vuelta a Dwight McCarthy, ya con su cara nueva, visitando a su exnovia, Shellie, la camarera. Ella recibe de forma inesperada la visita de su actual pareja, Jack, un policía (esto lo sabremos más adelante) corrupto, borracho, violento y con muchas ganas de meterse en problemas. La situación se va complicando poco a poco hasta llevarnos a Old Town (el Casco Viejo), donde las prostitutas imponen su ley a punta de pistola y katana. La tensión se masca en el ambiente y, como era de esperar, al final pasa lo que tiene que pasar: una gran masacre que no hará más que traer problemas para todos.

Y esto no es más que el principio, porque después llegan momentos memorables: la conversación en el coche entre Dwight y la cabeza de Jack, que parece sacada de una buddy movie; el ataque de los mercenarios con la espectacular irrupción de Miho, salvando el día; o la vuelta del incombustible Manute, que ahora sirve a un nuevo amo y volverá a poner a Dwight contra las cuerdas. Y, cómo no, el ataque final de las prostitutas, con McCarthy arreglando todo a base de balazos.

Una historia que lo tiene todo: traición, amor, violencia y a Miho como protagonista absoluta, robando cada viñeta en la que aparece. Incluso encontramos una página con un guiño al cómic 300. Aunque, más que un guiño, ¿sería un flashforward? Porque La gran masacre se publicó entre 1994 y 1995, mientras que 300 es de 1998. Sea como sea, estamos ante un cómic alucinante.

Es, una vez más, un trabajo formidable del mejor Frank Miller, en el que el uso del blanco y negro sigue siendo exquisito, los textos son largos, densos y cargados de pasión, y todo encaja a la perfección para servir al espectáculo que supone esta grandísima e inolvidable colección.

Por último, Norma Editorial vuelve a brindarnos una edición de lujo en formato cartoné, con un tamaño de 22 × 29,5 cm, ideal para disfrutar del arte del maestro Frank Miller. Son 184 páginas en blanco y negro que incluyen, además, galería de cubiertas y pin-ups, así como ilustraciones de otros artistas a modo de material extra, redondeando una edición imprescindible para cualquier fan de Sin City.