Reseña: Radiant Pink (Meghan Camarena/ Melissa Flores)

Los héroes han cambiado, es algo normal, como cualquier otro género ha tenido que evolucionar para adaptarse a un nuevo público, para una nueva realidad social. Yo empecé mis lecturas de bien pequeño sisándole los tebeos del Capitán Trueno a mi padre, me aficioné a ellos con los maravillosos Mortadelos y sellé mi devoción hacia ellos con las increíbles historias de La Patrulla X y Los Vengadores de principios de los 90. Con el paso de los años estos héroes, y otros muchos, me han acompañado y, más o menos, han evolucionado junto a mi. Los he visto crecer como personajes y en cierto modo ellos me han visto crecer a mi. Sus historias, sus decisiones, sus problemas, sus traumas, en definitiva, su “vida” son reflejo de todas las épocas que han ido saliendo pero sobre todo de la que nacieron. Pero como digo los tiempos cambian y no todo el mundo se tiene que sentir identificado con un fotógrafo del Daily Bugle, por poner un ejemplo. Hoy en día muchos jóvenes se sienten representado por otro tipo de modelos sociales que nuestros superhéroes son incapaces de representar y no será por el esfuerzo de las editoriales en que así fuera. Es por ello que es normal que aparezcan nuevos personajes nacidos en esta era y que estén hechos a la medida de los lectores de hoy en día y que son, aunque no nos lo creamos, muy distintos aquel chaval de 9 años que leía Mortadelos.

Este es el caso de Radiant Pink, una nueva supers que llega a engrosar las filas de Massive Verso y del que os hablamos en varias reseñas en Reserva de Maná. Radiant Pink nos presenta a Eva Reyes, una streamer de videojuegos que es también Radiant Pink, la nueva superheroína de Indiana capaz de saltar entre mundos gracias a sus portales de energía rosa, algo así América Chávez de Marvel. Eva tiene que adaptar su vida a sus nuevos poderes, ha de compaginar su trabajo con las tareas de su alter ego superheroico. Todo ello aderezado con la siempre complicada tarea no descuidar su caótica vida social tanto real como en redes sociales. Por si esto no fuera suficiente para una adolescente deberá hacer frente a su primera gran villana. A simple vista Radiant Pink no dista demasiado de un Spiderman o cualquier otro superhéroe, digamos, tradicional pero en Eva se reflejan muchas de las realidades sociales de 2024 para reclamar su visualización también en los cómics: es hispana, streamer de éxito, buena chica, su novia es afroamericana y tiene un impulso innato hacia combatir las injusticias sociales. Tras el guión, flojo para mi gusto, se encuentra como cabeza visible a Meghan Camarena, una Youtuber de gran éxito en Estados Unidos y que nos ayuda a comprender muchos de los tips y detalles de la historia. Intentado que el desaguisado no se vaya demasiado de madre e intentando ordenarlo todo está Melissa Flores, guionista de The Dead Lucky y de la que podéis leer una reseña también en esta web. Por el dibujo tenemos a French Carlomagno en un magnífico prólogo que cede el testigo a Emma Kubert para el resto de los números pero que lamentablemente no consigue igualarlo, como muestra un botón.

He de reconocer que no ha sido una de las obras que más haya disfrutado leyendo y por eso es posible que de estas líneas se desprenda en exceso un aroma de apatía, no voy a pedir disculpas por ello, pero sí puedo decir que este texto que ahora se publica es bastante distinto al texto que quedará relegado al olvido en mi escritorio de mi Imac. Tras conversar con mi mujer y con otro compañero de la casa, Agus, me di cuenta de que no es que Radiant Pink no me haya gustado es que simplemente no está destinada a gustar a un hombre que empieza a estar más cerca de los 50 que de los 40, como diría el Roger Murtaugh “ya estoy viejo para esta mierda” El target de lectura son esos jóvenes de 10 o 12 años cuya realidad social y problemas si verán reflejados en las hojas de estas páginas al contrarío que para mi que pese a ser conocedor de ellos mentiría si no dijeran que me son tangenciales. Pero sería injusto no decir que Radiant Pink tiene todos los valores necesarios para quedarse y hacerse hueco en un universo tan disputado como el superheroico.