Reseña: Matanza Americana (Bryan Hill)
“Lo que veis y lo que lees, no es lo que pasa”, es una bonita manera de decir que la realidad que nos rodea es bastante modelable y no es solo una frase hecha que te puede hacer quedar como un gafapasta cinturón negro en la próxima reunión que tengas con tus colegas si no que a su autor le permitió conseguir que una horda de locos asaltara la casa blanca convencidos todos ellos de que estaban defendiendo a su patria, su libertad y su estilo de vida…spolier salió mal. Los hechos que creemos como ciertos y que damos por sentados pueden ser tan solo la interpretación sesgada de una situación que realmente es totalmente diferente. El arte de la manipulación de las masas es tan antiguo como el propio lenguaje y apelar a sentimientos tan básicos como el miedo, la culpa o el victimismo se ha demostrado altamente eficaz tanto para la derecha como la izquierda, sobre todo para esta última, para dirigir a la población en la dirección deseada. Discursos vacios fabricados solamente para hacer creer que todo por lo que hemos luchado hasta el momento está en peligro por la inmigración, la delincuencia, la grandes empresas o el fascismo, hay para todo.
Por eso es tan interesante el cómic del que hablamos hoy, porque Matanza Americana nos enseña exactamente eso. Como un puñado de locos sabe influenciar a otro puñado, más numeroso, de locos para satisfacer las ansias de poder de los primeros locos. Primero a pequeña escala, un pequeño club de señores preocupados por la comunidad pero es inevitable que su influencia se vaya extendiendo, haciéndose con un pequeño pueblo, un condado e incluso apuntar al despacho oval…y si para ello hay que matar se mata. Desentrañar los planes será la tarea de nuestro protagonista, el ex-agente del FBI Wright, un mestizo que debe infiltrase en este grupo de supremacistas blancos e ir ganando influencia dentro del grupo para evitar que esta gentuza consiga sus propósitos. Por supuesto no será tarea fácil ya que la propia organización se esta autodestruyendo por culpa de las luchas de poderes internas ya que en el mismo lugar conviven los “socios” más conservadores, amantes de quemar cruces en los jardines delanteros de las casas y por otro el sector más moderno, personas mas influyentes y precavidas que prefieren optar por un perfil más bajo y con planes a largo plazo. El agente Wright tendrá que saber caminar por la delgada línea que separa ambos bandos evitando caer en las continuas trampas que unos y otros se tienden.
A nivel grafico encontramos a un Leandro Fernandez realmente exaltante. Brutal y macabro cuando es necesario pero intimista y personal en los momentos donde se necesita. En todo momento el argentino sabe como representar la tensión de un guion con tantos claros oscuros como este. Además sabe usar como nadie la distribución de las viñetas para mantener un ritmo narrativo que va in crescendo durante toda la obra. En el color encontramos a Dean White que esta a la altura del dibujante y guionista y durante toda la obra vemos un uso magnifico del color pero que brilla con intensidad en el uso de las sombras.
Ecc vuelve a traer esta obra bajo su sello Black Label con una reedición lujo. Tapa dura y algún extra como el boceto de personajes de la mano del mismo Leandro Fernandez. Todo un thriler noir que no puede faltar en tu balda y menos por los 25€ que te piden por el.
De tanto jugar a videojuegos he terminado escribiendo de ellos en @noespais, hablando de ellos en @reservademana y dirigiendo y presentando La Pistacheria