Reseña: Las Montañas de la Locura Vol. 1 y 2 (Gou Tanabe)
El “terror cósmico” de H. P. Lovecraft es algo muy especial: un género propio dentro del terror, con unas particularidades que lo hacen único. Único por una temática que, puesta en contexto, resultaba misteriosa y totalmente desconocida; y único porque es un tipo de terror íntimamente ligado a la literatura, que al ser trasladado fuera de las páginas de un libro pierde gran parte de su fuerza.
Lovecraft apelaba al miedo a lo desconocido, al horror de contemplar “cosas” que escapan por completo a nuestra comprensión. No me refiero a criaturas horribles o monstruos devoradores, sino a entidades o realidades que nuestro cerebro es incapaz de procesar y cuya mera observación puede conducir, no solo a la locura, sino a la percepción de una existencia tan distinta a la nuestra que altera nuestro propio plano de realidad.
Evidentemente, algo tan abstracto juega a favor del autor, ya que no necesita describirlo en detalle: basta con esbozarlo, insinuarlo, para que sea el lector quien dé forma a ese horror con su imaginación. Por esta razón, muy pocas adaptaciones de las obras de Lovecraft fuera de los libros han logrado transmitir las mismas sensaciones. Porque el simple hecho de mostrar lo incomprensible lo convierte en comprensible, y por tanto deja de asustar, de ser misterioso y de provocar verdadero miedo.
Dicho esto, es cierto que existen obras que, aunque no consiguen reproducir por completo el terror de los textos originales del autor de Providence, sí logran aproximarse con notable acierto, creando atmósferas profundamente inquietantes. Una de ellas es la adaptación al manga que realizó Gou Tanabe de Las montañas de la locura, probablemente la obra más célebre de Lovecraft.
La versión de Tanabe no busca que temamos lo incomprensible, sino la magnitud de un descubrimiento capaz de alterar el mundo, revelando una verdad que podría hacer tambalear los cimientos de la civilización. El mangaka otorga mayor profundidad a los personajes, centrándose en las relaciones entre los miembros de la expedición y dotándolos de una tridimensionalidad que enriquece el relato. Al mismo tiempo, refuerza el misterio que rodea la empresa, la inmensidad de un continente inexplorado como la Antártida y la existencia de una civilización tan antigua como el propio universo, llegada a la Tierra hace milenios.
En sus dos volúmenes —286 páginas el primero (del que mi compañero David hizo una excelente reseña que podéis leer aquí mismo) y 334 el segundo— se narran los mismos hechos de la historia original, pero desde una perspectiva distinta. Tanabe, consciente de que es imposible reproducir las sensaciones que Lovecraft provocaba, opta por construir un relato de ciencia ficción y terror que funciona a la perfección por méritos propios.
A nivel visual, ambos tomos son impresionantes y exhiben un nivel de detalle excepcional. La narrativa gráfica traslada con precisión las descripciones de Lovecraft, sabiendo difuminar los aspectos más enigmáticos de la historia y dosificando la información de manera magistral. Pero lo mejor, sin duda, es cómo Tanabe consigue transmitir la sensación de insignificancia del ser humano ante fuerzas que lo superan por completo.
Al final, siempre decimos que tal o cual obra es imprescindible, que no debe faltar en tu biblioteca. Yo seré sincero: si nunca has leído a Lovecraft, este manga puede ser dos cosas para ti. O bien la puerta de entrada perfecta que te anime a devorar todos los relatos del maestro de Providence y de los autores que expandieron los mitos del horror cósmico, o simplemente un “cómic correcto” con una excelente presentación… tú eliges.
Pero si leíste con asombro y terror Las montañas de la locura, si devoraste con macabra fascinación El horror de Dunwich, o si contuviste la respiración con La sombra sobre Innsmouth, entonces deberías hacerte con este estuche sin dudarlo.


De tanto jugar a videojuegos he terminado escribiendo de ellos en @noespais, hablando de ellos en @reservademana, director de la extinta «La Pistachería»