Reseña: Gotham Central núm. 1 de 2 (Ed Brubaker y Greg Rucka)
Gotham. La ciudad de cómic más famosa, y probablemente la que tiene los peores índices de criminalidad. Ser agente de la ley en este sitio debe ser uno de los oficios, permítaseme la palabra, más cabrones que existen. En cada esquina hay un ladrón de poca monta. Detrás de cada negocio hay una familia mafiosa que lo usa de tapadera para sus negocios. Y lo que es peor, cada semana hay un supervillano que tiene un plan terrorífico para reducir el centro a escombros, envenenar el agua, o hacerse con el control de la ciudad. Y aún hay personas en este hervidero que tienen los arrestos para meterse a policía.
Este terrorífico escenario es el que usan dos titanes como Greg Rucka y Ed Brubaker para dar lugar a uno de los tebeos más estimulantes a los que he tenido el honor de enfrentarme. El ver como personas normales, sin poderes ni increíbles artilugios con los que plantar cara al montón de amenazas que les esperan en su día a día. Pero Rucka y Brubaker saben, claro, que no puedes contar una historia en estos términos sin establecer y explorar la relación de estas personas corrientes con el guardián de Gotham. Y es que uno de los puntos más geniales de este título es ver cómo un vigilante que actúa fuera de la ley no siempre es visto como un héroe desde el bando policial. Y es que aunque en la superficie de Gotham Central tenemos casos que van desde un asesinato de un policía por parte de Mr Freeze hasta un complejo entramado con la mafia en la que agentes y vigilantes están involucrados, lo que subyace en las vidas y en los trabajos de los personajes es tensión, desesperación, envidia y resentimiento, problemas de los que Batman no puede rescatarles.
Gotham Central es un tebeo absolutamente fascinante en el que el guión está siempre donde tiene que estar, pero que no sería lo mismo sin el no menos fascinante arte de los artistas Michael Lark, Brian Hurtt y Greg Scott, que ilustran los acontecimientos con un estilo heterogéneo pero no obstante siempre adecuado al tono de las variopintas historias gracias al excelente entintado de Stefano Claudiano. Historias que se desarrollan a lo largo de las más de 400 páginas de este primer volumen que ECC nos trae en una edición en tapa dura, con buen papel y en el que lo único que se puede echar en falta es algo de material adicional, dado que este se reduce a las portadas de los 18 números incluídos y unos pocos bocetos de los personajes.
Así pues, por 37,50€ tenemos la enésima reedición, en dos cómodos tomos en este caso, de uno de los mejores tebeos de superhéroes sin superhéroes. Disfrutadlo, porque merece, y mucho, la pena.
Miembro de Reserva de Maná, ex de La Parada de Los Monstruos, bloguero y procrastinador en general. La barba del podcast.