Reseña: Feral (Salvajes) Vol. 2 La señora de los gatos (Tony Fleecs, Trish Forstner, Tone Rodriguez)
Hace pocos meses traíamos a esta misma web la reseña del primer volumen de Feral (Salvajes). En él describíamos el horror y la desesperación de un grupo de gatos domésticos obligados a enfrentarse a un mundo salvaje y hostil asolado por una epidemia de rabia y completamente alejados de la seguridad, la comodidad y el calor de sus hogares. Vamos, para entendernos, una mezcla entre Los Aristogatos y The Walking Dead.
En esa primera entrega, con ese estilo tan potente a caballo entre la dulzura y la adorabilidad de su acabado artístico y la crudeza de su desarrollo, empiezan a vislumbrarse interesantes temas de fondo como la pérdida de la inocencia o el terror en las pequeñas escenas cotidianas. Temas que, en Feral (Salvajes) Vol 2 – La señora de los gatos, no solo se mantienen sino que además se ven mucho más potenciados.
La historia arranca por todo lo alto con Patch, al que habíamos dejado en una situación bastante comprometida, separado del grupo principal y obligado a luchar por su vida… en más de un sentido. Sin embargo, el bueno de Tony Fleecs opta por dejarnos a Patch en un doloroso cliffhanger para centrarse en el personaje de Elsie y su empeño, casi obsesivo, por encontrar y proteger a Lord Fluffy Britches.
Esto la llevará, junto a Gigi y su camada de gatitos, a una vieja cabaña en mitad del bosque regentada por una misteriosa anciana (la señora de los gatos a la que hace referencia el título) y que, a priori, parece un refugio seguro y feliz para todos los gatos que están huyendo de la epidemia. ¿Demasiado bonito para ser verdad? ¿Qué se oculta detrás de la aparente seguridad del refugio? ¿Se puede confiar en la señora de los gatos? No desvelaré nada más, pero como podéis sospechar… van a pasar cositas. Y bastante intensas.
Si el tomo anterior se centraba en aspectos más psicológicos y primarios de la supervivencia, la apuesta crece y se abre a lo social y lo político, planteando una potente metáfora política de la sociedad humana en tiempos de crisis que no puede resultar más actual. Los gatos domésticos no dejan de ser criaturas civilizadas, criadas bajo un contrato social que les promete seguridad y rutina bajo el amparo de un sistema. ¿Qué ocurre cuando ese contrato, de repente, se extingue? ¿Qué ocurre cuando se rompen los mimbres sociales y la existencia se convierte en un sálvese quién pueda?
En este sentido resulta especialmente llamativa la figura de la señora de los gatos que, de forma parecida a los nuevos populismos que están proliferando en nuestro panorama político, se presentan como una solución fácil y cómoda a todos los problemas de nuestra sociedad llegando a permear en muchos de los gatos que se aferran a ella como única oportunidad de supervivencia, hasta el punto de que muchos no dejan de repetir, como si fuese un mantra, un aterrador “la señora nos protege” que hiela la sangre del lector cada vez que aparece en una viñeta.
La señora de los gatos, recientemente publicado en nuestro país por Norma Editorial, recoge el segundo volúmen de la serie de Tony Fleecs, Trish Forstner y Tone Rodriguez en una edición de 136 páginas a todo color en rústica. El tomo contiene los números #6 a #10 de la serie regular publicada originalmente por Image Comics y viene acompañado de una pequeña biografía de los autores y de la habitual colección de portadas, así como de una serie de portadas alternativas que emulan carteles cinematográficos y que resultan especialmente atractivas. Una lectura apasionante que solo nos deja con una duda… ¿cuándo llegará la tercera entrega?


Miembro de Reserva de Maná y director de Low Poly. Lector de cómics, cinéfilo, y curioso de la tecnología. Part-time dreamer.