Reseña: El Nuevo Lobo solitario y su cachorro (manga), de Kazuo Koike y Hideki Mori

Vuelve el mítico manga que sirvió de inspiración para (entre otros) el también mítico Frank Miller. Sus influencias en Daredevil, Lobezno y Ronin son más que evidentes. Planeta Cómic nos trae en formato libro rústica sin solapas, este primer volumen (un total de 11), que originalmente publica la editorial japonesa Shogakukan.

Como bien indica su nombre, es una secuela directa de la colección original, y lo primero que hay que indicar es que esta nueva historia comienza con un gran spoiler de la antigua colección, así que recomendamos no seguir leyendo esta pequeña reseña.

Nos encontramos con unas primeras páginas a color recordando lo sucedido, es decir, el desenlace del gran duelo entre Ogami Itto y Yagyu Retsudo, y vemos como el pequeño Daigoro permanece al lado del cuerpo de su padre, Ogami Itto, caído tras el brutal combate contra su enemigo. Está sólo, nadie quiere ayudarlo, hasta que entra en juego la figura de Togo Shigetada, un samurái embarcado en su propia cruzada, con unos objetivos que nada tienen que ver con los del anterior protagonista, y que iremos conociendo poco a poco.

A partir de aquí comenzaremos a ver cómo evoluciona la relación entre ambos, llegando a convertirse en algo paternofilial, situaciones divertidas, emotivas, dramáticas, conocerán a todo tipo de personajes y vivirán mil aventuras.

Si algo destaca en este manga, es su narrativa gráfico, y el estilo de dibujo que recuerda al arte japonés clásico, esos trazos de pincel rápido, casi de boceto. La fidelidad en el diseño de los personajes, las vestimentas, paisajes, arquitectura, es emocionante, olvidaos de peinados estrambóticos, cicatrices “molonas” y rostros femeninos, esto es el auténtico Japón feudal, crudo, rural, y nos encanta.

Sin duda una obra que no debéis perderos, seáis amantes o no del manga, pero que recordemos, se trata de una secuela. Así que antes de nada, leed la serie original.