Reseña: Batman Condenado (Brian Azzarello) Libro Uno
El sello DC Black Label sigue siendo estandarte de productos pata negra y la obra que hoy nos ocupa cumple a la perfección con el estándar de calidad que se le presupone por la denominación de origen. Brian Azzarello y Lee Bermejo ya dejaron constancia de la buena sintonía que crean juntos y su nueva unión para DC Black Label se esperaba con muchas ganas.
En este primer volumen de Batman Condenado, Azzarello ha recuperado el espíritu de la historieta de gama alta con el que nos sorprendió en Joker, aquella joya corta pero intensa donde nos mostraba a un Joker descarnado, crudo y mordaz como solo una mente afilada puede llegar a concebir. Tanto fue así que muchos lamentamos que Batman solo se limitara a un breve cameo en las viñetas finales, pero ahora el autor estadounidense ha puesto solución a eso con este cómic.
En Batman Condenado, el bueno de Bruce arrancará la historia escapando a duras penas de la muerte de una manera que no le es posible concebir. Al poco empezaran a acecharle miedos del pasado unidos al temor de una amenaza casi mística y la incertidumbre de no saber quién ha matado al Joker. Pasajes de su niñez se entretejen con el presente mientras recuerda los problemas por los que atravesaba la relación de sus padres.
Enseguida veremos como el talentoso guionista de Cleveland echa mano de la caballería para dotar de más cuerpo al cómic y John Constantine hace su aparición a la primera señal de ocultismo que se presenta y se atribuye un papel de narrador en los hechos que Batman va a vivir en primera persona a lo largo de estas páginas. Pero la galería de personajes DC no termina ahí ni mucho menos, ya que figuras tan emblemáticas como Deadman tendrán un papel fundamental para mostrar cierta ambigüedad a los ojos de Wayne.
Además, este último en un alarde de genialidad, protagonizará una fantástica escena en la que seremos testigos de cómo el mejor detective tiene que echar mano de su pericia con el disfraz, una de las facetas heredadas de Sherlock Holmes que más me gusta ver siempre plasmada en los cómics del murciélago. En los mencionados flashbacks tendremos un conato de historia de orígenes del personaje usando a una versión infantil de La Encantadora, un personaje que casa a la perfección con el tono místico del cómic.
Todo ello con un viñetado para los diálogos que huye del intrusismo de los bocadillos para dejar las palabras suspendidas con maestría en las ilustraciones de Bermejo. Porque hay que destacar el arte de Lee Bermejo y sus dibujos de trazos tan marcados que van a sacar todo el provecho posible para lucir con un acabado de color de sobresaliente usando pocos tonos en cada página pero con un dibujo impecable reforzado por la fantástica iluminación del entintado.
Sin duda la editorial ECC ha dado en el blanco con el cartoné y el formato medio como herramienta para este primer libro de 48 páginas, algo que por extensión puede sonar raro pero que pone al alcance del bolsillo una encuadernación de lujo que puede ser nuestra por poco más de 10 euros. Solo podemos pedir que cuanto antes nos sirvan otra ronda de Batman Condenado.
Miembro de Reserva de Maná, disfrutando en la mejor compañía del viaje de la vida. Profeso el Miyazakisme. El swing de la reserva.