Reseña: SIN CITY 1. El duro adiós (Frank Miller)

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Gracias a los amigos de Norma Editorial he vuelto a viajar a una de las ciudades más icónicas, sucias, decadentes y emocionantes del mundo del cómic. Hablamos, cómo no, de Sin City, la obra maestra de Frank Miller que nos enamoró a todos a mediados de los noventa. Aunque, si sois como yo, seguramente la habréis vuelto a leer con el paso de los años, gracias a sus numerosas reediciones. La verdad es que no recuerdo con exactitud cuándo fue la última vez que pisé la ciudad del pecado, pero os aseguro que he disfrutado de esta lectura tanto, o incluso más, que aquella primera vez que la descubrí con ojos asombrados y alma temblorosa.

En esta ocasión, me he sumergido en el primer volumen, El duro adiós, una historia que no solo marca el inicio de este universo noir, sino que también define desde el primer momento su tono brutal, desesperado y magnético. Su protagonista es Marv, un matón rudo, feo, violento y aparentemente desechado por la sociedad. Pero, como suele pasar con los grandes antihéroes, bajo su piel curtida late un corazón con códigos propios. Su vida da un giro inesperado cuando pasa una noche con Goldie, una prostituta de belleza casi celestial. Al despertar, la encuentra muerta a su lado. Lo que sigue es una odisea salvaje y despiadada: Marv emprende un camino de venganza para encontrar al asesino de Goldie, y en ese viaje se desata un torrente de sangre, corrupción, canibalismo y fanatismo religioso que lo lleva hasta lo más alto (y lo más oscuro), de las cloacas de Sin City.

Lo más fascinante de El duro adiós no es solo su historia, que es sencilla en estructura, pero muy poderosa e impactante, sino cómo está narrada. Frank Miller logra una combinación perfecta entre texto y dibujo, creando una obra que no solo se lee, sino que se huele, se escucha y casi se palpa. La lluvia cae en las páginas como si estuvieras ahí. La sangre parece caliente. La tensión se corta como un cuchillo. Los personajes son memorables, desde el inquietante Kevin (aquel personaje siniestro que Elijah Wood interpretó con maestría en la adaptación cinematográfica), hasta el temible Roark, la valiente Lucille o la dura Wendy. Todos ellos conforman un elenco de personalidades inolvidables que enriquecen y endurecen el relato.

En cuanto a esta nueva edición, solo puedo quitarme el sombrero. Norma Editorial ha hecho un trabajo impecable. Nos encontramos ante un formato de lujo en tapa dura y gran tamaño (22 x 29,5 cm), ideal para disfrutar como se merece del arte de Miller, que aquí brilla con un icónico blanco y negro. Además, se incluye material extra muy interesante como una sección de bocetos inéditos con anotaciones del autor, y una galería de ilustraciones a cargo de artistas de la talla de Joyce Chin, Amanda Conner, Klaus Janson, Paul Pope, Philip Tan y Gerardo Zaffino. A esto se suma una nueva traducción a cargo de Hernán Migoya, y una rotulación renovada que respeta el espíritu del original, pero con un toque más pulido.

Si todavía no habéis visitado Sin City, este es el momento perfecto. Y si ya habéis estado antes, siempre merece la pena volver.

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