Reseña: Moonshine Integral (Brian Azzarello, Eduardo Risso)

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Hay algunos títulos que te dejan huella más allá de su calidad literaria o artística. Títulos que recuerdas por otras razones, habitualmente personales. Uno de ellas, en mi caso, es 100 Balas, la faraónica obra firmada por Brian Azzarello y Eduardo Risso que me tuvo enganchado a sus páginas durante buena parte de la primera década del nuevo siglo. Recuerdo 100 Balas con especial cariño porque fue uno de los primeros integrales “tochos” que pude comprarme después de estar ahorrando durante una temporada, en una edición de Planeta Cómic que venía en un maletín como el que tantas veces habíamos visto en la serie. Para terminar de rizar el rizo, un par de años después conseguí en un salón del cómic que ambos autores me firmasen su secuela / spin-off Hermano Lono, junto con un pequeño dibujo de Risso.

¿Qué más podía pedir un lector como yo? Fácil: que el dúo que tantas buenas horas de lectura me había dado volviese a la carga. Afortunadamente, no tuvimos que esperar demasiado, puesto que en 2016 arrancarían con una nueva serie larga que se prolongaría durante 28 números hasta finales de 2021. Estoy hablando de Moonshine que, tras haberse publicado en España durante los últimos años en 5 TPBs, acaba de editarse en un cuidadísimo y voluminoso integral que por fin tenemos entre manos.

Brian Azzarello regresa a ese mundo criminal en el que se siente tan cómodo y el que, en muchas ocasiones, las historias se cuentan con balas en lugar de con palabras. Ambientado en un poblado alejado de la mano de Dios durante la época de la ley seca, Moonshine nos cuenta la historia de Lou Pirlo, uno de los secuaces del mismísimo Joe Masseria, que acude a la américa profunda en busca de Hiram Holt, capaz de destilar el mejor alcohol ilegal (moonshine, en inglés) de todo el país. Lo que parecía un objetivo fácil, conseguir -por las buenas o por las malas- un contrato de suministro para los clubes de Masseria, acabará de la manera más sangrienta posible.

Y es que Moonshine no es un noir al uso. Sí, por supuesto, tiene sus arquetipos: un protagonista atormentado por su pasado y por sus acciones en el presente, perseguido por los fantasmas de aquellos que va dejando atrás y que solo es capaz de encontrar una paz cada vez más efímera en el falso confort que le proporciona la embriaguez. O la imprescindible femme fatale, que una vez ha jurado su venganza no va a parar hasta obtenerla, caiga quien caiga. Tampoco van a faltar un buen puñado de conspiraciones, traiciones y tiroteos con las que amenizar las casi 700 páginas que componen este volumen. Pero como todo esto le debía parecer poco, Azzarello decidió añadir dos ingredientes más que aparentemente no podrían parecer más contradictorios, pero que le sientan especialmente bien a la historia y le dan un carácter único y distintivo.

Por un lado, como algún lector habrá podido deducir un poco más arriba al nombrar a Joe -The Boss- Masseria, no sólo es que la historia se ambiente en la época de la ley seca, sino que lo hace ajustándose a una cronología, a unos personajes y a unos acontecimientos reales. A través de las páginas de Moonshine pasarán iconos tan conocidos como Eliot Ness, o asistiremos a la crudelísima guerra entre los clanes mafiosos de Joe Masseria y Salvatore Maranzano, incluyendo la famosa traición y asesinato de Masseria a manos de Charlie -Lucky- Luciano. Por otro, y aquí se esconde la genialidad de sus autores… ¿qué pasaría si a una historia plausible como la de Pirlo, en un entorno realista como el de Masseria, le añadimos un componente de terror sobrenatural? ¿Qué pasaría si la familia de Hiram Holt escondiese un peligroso secreto detrás de su destilería? ¿Qué pasaría si a este cóctel le añadiésemos un par de hombres lobo y una buena pizca del vudú más tradicional? La bomba está servida.

Como suele ser habitual en el trabajo de esta pareja, con independencia de la historia que nos cuenten, donde el conjunto brilla principalmente es en sus personajes y en su atmósfera y, en este sentido, Moonshine no es una excepción. El trabajo de Eduardo Risso es fantástico en la creación de los distintos y variados entornos en los que se desarrolla la obra: desde los desolados Apalaches hasta la deslumbrante Nueva York de los decadentes años 20 pasando por los pantanos de Nueva Orleans, una prisión en medio del desierto o una Cleveland en plena expansión. Algo parecido podríamos decir de los personajes: muchos, expresivos y perfectamente diferenciables, combinándose de una manera en la que los contraluces y los negros tienen un papel protagonista y le otorgan al conjunto un aspecto fascinante. Tanto es así que me atrevería a decir que, en esta ocasión, el trabajo de Risso supera al del propio Azzarello.

El integral, que Planeta Cómic acaba de publicar, recoge todo el contenido de los cinco tomos que había venido publicando durante los últimos años en una lujosa edición en tapa dura y los complementa con la habitual recopilación de portadas originales, intercaladas al comienzo de cada capítulo, un artículo de José Torralba, la introducción del editor original Will Dennis, así como una selección de portadas alternativas a cargo de nombres tan ilustres como los de Frank Miller, Dave Johnson, Jock, Lee Bermejo, Cliff Chiang, Jill Thompson, Gabriel Bá, Fábio Moon o Rafael Albuquerque. Un integral que, sin duda, es la oportunidad perfecta para los que quieran embarcarse por primera vez en esta apasionante (y apasionada) historia, así como la mejor excusa posible para volver a sumergirse en la historia fantástica de América y hacer más llevadera la espera hasta que Azzarello y Risso vuelvan a cruzar sus caminos.

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