Reseña: Fairy Tail Integral #34 (Hiro Mashima), de Salvat
Tenemos por fin entre manos el trigésimo cuarto tomo de Fairy Tail Integral. El final se acerca y el amigo Mashima no suela el acelerador, no. Mas bien al contrario.
Retomamos la acción justo donde la dejamos, y en pocas páginas estamos presenciando un combate lleno de fan service entre Brandish y Lucy, que se resuelve tras la inesperada aparición de otro miebro de los Spriggan 12. Mientras, cuando aún no se ha posado el polvo de ese combate, Grey descubre que Natsu es E.N.D.
Pero eso no es todo, ya que vemos en acción a uno de los, técnicamente, hermanos de Natsu, y posiblemente el personaje con el poder más estúpido de toda la obra, y la muestra de que Fairy Tail ha terminado de saltar el tiburón. Y es que Larcade tiene el poder de amplificar el placer de los cuerpos adultos hasta provocarles un orgasmo. Te mata a polvos. MUERTE POR KIKI.
Creo, sinceramente, que Mashima se quedó sin ideas y que además quería aprovechar para mostrar (aún más) cuerpos femeninos contoneándose y retorciéndose de placer sin hacer de este manga algo abiertamente hentai. Menos mal, eh, menos mal que llega Sting y acaba finalmente con él.
Y mientras aún estamos asimilando este combate surrealista, otra revelación en el lado de Elsa tiene lugar.
Estos últimos tomos de Fairy Tail están siendo agotadores. Tanto en el buen sentido, porque el ritmo es constante, el dibujo interesante y los combates divertidos, como en el malo, porque se nota que las ideas están agotadas y todo esto sabe un poco a un relleno para llenar páginas de camino al combate final, para el que aún debemos esperar dos tomos más.
Hasta entonces, y sabéis, tenéis este tomo en vuestro quiosco de confianza por sólo 13,95€, cortesía de Salvat.
Miembro de Reserva de Maná, ex de La Parada de Los Monstruos, bloguero y procrastinador en general. La barba del podcast.