Reseña: Lena Integral (Pierre Christin, André Juillard)
Ahora que estamos de vacaciones y tenemos un poco más de tiempo libre para dedicar al ocio, pocas lecturas caen tan bien y tan fresquitas como una buena historia de espías. Intrigas internacionales, complicadas relaciones de poder entre los distintos países, servicios secretos tejiendo el futuro desde las sombras… ¿qué más se puede pedir?
No sé a vosotros, pero cuando se trata de historias de este tipo, las que más me suelen gustar son las que se alejan de la acción imposible y la pirotécnia y se centran en lo que sucede entre bastidores del gran juego de la geopolítica. Y precisamente aquí es donde encaja Hélène Desrosières, más conocida como Lena.
Lena Integral, el reciente tomo publicado por Norma Editorial recoge por primera vez de forma integral los tres álbumes publicados entre 2006 y 2021 con las aventuras de la espía francesa de origen griego. Aunque tal vez la palabra aventuras se quede corta… y al mismo tiempo también larga.
Corta, porque Lena nos ofrece mucho más que tres historias de espionaje. Conforme pasan las páginas y se van desgranando las tramas iremos conociendo cada vez mejor a nuestra protagonista, su trágica historia y sus motivaciones, y la acompañaremos en su camino de autodescubrimiento. ¿Son Hélène y Lena la misma persona? ¿Pueden llegar a serlo?
Pero al mismo tiempo, aquel lector que espere aventuras de espionaje explosivas, repletas de trepidantes escenas de acción, seguramente terminará profundamente insatisfecho. El tono y el ritmo marcados por el veterano Pierre Christin (consagrado internacionalmente por su serie Valerian) son pausados y marcadamente reflexivos. Salvo por la presencia de diálogos cuando resultan necesarios, el único texto que encontraremos en la viñetas será la voz interior de la propia Lena, describiendo situaciones y entornos, pero también opiniones, inquietudes, reflexiones y pensamientos de todo tipo mientras la trama se va desarrollando lentamente, de manera muy orgánica hasta su desenlace en las últimas páginas, momento en el cual se suele concentrar toda la acción.
El dibujo del también veterano André Juillard (Blake y Mortimer) le aporta el aplomo, el detalle y el intimismo que una narración como esta necesita, así como una capa de verosimilitud: no hay lugar para la fantasía ni para licencias artísticas de ningún tipo. Mención especial merecen los retratos de todos los personajes, especialmente los de la propia Lena en aquellos momentos, habitualmente cigarrillo en mano, de introspección en perfecta comunión con su entorno.
Aunque existe cierta continuidad entre ellos, las historias recogidas en los tres álbumes que conforman este integral son independientes y se desarrollan de manera completamente distinta. Así, El largo viaje de Lena nos llevará a recorrer multitud de países en un mundo postsoviético lleno de cicatrices mientras mientras Lena trata de lidiar con las suyas. Lena y las tres mujeres nos sumerge en el mundo del terrorismo islámico, desde una óptica femenina, al infiltrarse en una célula que está preparando un sangriento atentado en París. Por último, En el brasero, nos traslada a una conspiración que amenaza las negociaciones de la cumbre en la que están depositadas todas las esperanzas de paz en Oriente Próximo, introduciéndonos en sus dinámicas y frustraciones cotidianas.
La edición de Norma Editorial, siguiendo la tendencia a la que ya nos tiene acostumbrados, toma cuerpo en un lujoso volumen de 176 páginas en gran formato y papel de alta calidad que recoge los tres álbumes de la serie ya mencionados acompañados, como único extra, por las habituales portadas originales con las que fueron publicadas en la colección Long Courrier por Dargaud en Francia por primera vez.
Miembro de Reserva de Maná y director de Low Poly. Lector de cómics, cinéfilo, y curioso de la tecnología. Part-time dreamer.